Opinión

La contaminación del aire urbano es un serio problema en muchas grandes ciudades del planeta. El intenso e incesante tráfico, unido a fábricas que no controlan sus emisiones, convierte el aire de ciudades de todo el mundo en auténticas nubes de humos. Los niveles de partículas contaminantes sobrepasan en muchos casos el límite de seguridad para la salud humana marcado por la OMS.

La contaminación del aire mató aproximadamente a 7 millones de personas en 2012, lo que la convierte en el gran problema de salud medioambiental mundial según la OMS. La cifra conlleva que una de cada ocho muertes mundiales en 2012 se vinculó con el aire contaminado.

Si tenemos en cuenta que la población aumentará de los 7 mil millones actuales a los 9 mil millones en los próximos años, mejorar la calidad del aire en las ciudades es un reto que urge.

La OMS marca los límites seguros en los 20mcg/m3, medición habitual de la expresión de contaminantes «clásicos» como SO2, óxidos de nitrógeno, partículas, etc.

¿Qué impide tomar medidas de manera definitiva o, al menos, motivar un cambio real en las Administraciones y en los hábitos de la ciudadanía? Reducir la contaminación dentro y fuera de los hogares salvaría millones de vidas.

Además, el efecto de la contaminación atmosférica en las ciudades, se extiende a través de los vientos a las comunidades adyacentes que también se ven afectadas, sin ser directamente causantes de esa contaminación, por lo que estas también se ven gravemente perjudicadas.

Soluciones a la contaminación del aire en las ciudades

• Restricciones al tráfico.

• Fomentar el uso del transporte público, y que estos sean menos contaminantes: Los vehículos de transporte y servicios públicos, híbridos o eléctricos.

• Reducción de la velocidad en las carreteras, sobre todo en cinturones periféricos.

• Favorecer el uso de la bicicleta en el centro urbano, bajando los precios en alquileres y adecuando la ciudad a los ciclistas.

• Más calles peatonales o de acceso restringido a residentes.

• Medidores en las zonas de mayor concentración de contaminación que ofrezcan datos fiables en los que basarse.

• Fomentar iniciativas para compartir vehículos privados o empresas dedicadas al alquiler de vehículos.

• Ayudas a la adquisición de vehículos eléctricos.

Sin políticas más ambiciosas y solucionadora, en 2050:

La contaminación del aire se convertirá en la principal causa ambiental de mortalidad prematura en el mundo. Se calcula que hacia 2050 el número de muertes prematuras derivadas de la exposición a partículas suspendidas aumentará más del doble y alcanzará 3,6 millones cada año en el planeta.

“Las muertes por polución esta habitualmente vinculadas a enfermedades cardiacas, enfermedades pulmonar obstructiva y crónica. También se relacionan con el cáncer de pulmón y con infecciones respiratorias agudas.”
Además, es probable que se suscite un cambio climático más perjudicial, ya que se prevé que las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) se eleven en 50%, principalmente debido al incremento de 70% en las emisiones de CO2 relacionadas con la generación de energía.

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