Hablan los hechos

Para cuando termine la próxima gestión del Presidente Danilo Medina, la República Dominicana deberá enfrentar nuevos y grandes desafíos en lo que respecta a los controles legales del desplazamiento humano, por lo que conviene ir preparándose.

En Años pasados, a nadie le cabría en su mente la gran cantidad de helicópteros en manos privadas en nuestro país, lo que hoy es algo muy común.

El Instituto Dominicano de aviación Civil, cuyas siglas son IDAC, ha ido avanzando casi a la par con los países desarrollados en lo que tiene que ver con las normas de uso de los drones en nuestro espacio aéreo. O por lo menos, muestra intención de abordar el tema ante la avalancha que se avecina.

Porque lo cierto es, que los ambiciosos proyectos de los grandes inversionistas de las tecnologías en los automóviles, no tienen límite. Entre los ejemplos tenemos el “taxi dron” de la compañía china EHang, que actualmente se prueba en Nevada, EU, en espera de legislación.

“EHang 184, un taxi drone capaz de transportar una persona por el espacio aéreo en viajes de corta y mediana distancia; controlado totalmente a través de una plataforma sincronizada de manera remota”.

Sin embargo, no pasa así en el mundo del transporte terrestre, pese a que entre los modelos que transitan en las vías nacionales, muchos son novedosos.

La República Dominicana adolece de vivir años de retraso en algunos aspectos que tienen que ver con el ser humano, la preservación de la vida y la salud.

Cuando pretendemos abordar el problema, nos parece inmanejable por el progresivo estado de descomposición. Nos dicen, que tenemos poco o nada de sentido de la prevención.

En particular vale referirse a la “Seguridad Vial”, ya que todavía no existe una ley rectora del tema, aunque hay asomos importantes de alto nivel con aparente interés en asumirla.

Recientemente se produjo una Litis que está en curso en los Estados Unidos, sobre las causas y consecuencias de un accidente muy particular, porque involucra un vehículo autónomo, el Texla Model X, que como tal, no tenía conductor.

No tenía conductor, y de sus pasajeros solo uno quedó levemente lesionado, al pasar el vehículo repentinamente de 10 kms/hora a 100 kms. /horas, según las investigaciones de los fabricantes.

Esto ocurre meses después que el Google Car de Alfhabet (Google) también reportara su primer incidente de tránsito al impactar el carro autónomo contra un autobús, a velocidades de 3 y 24 kilómetros por hora, respectivamente.

El mundo del automovilismo avanza vertiginosamente porque las inversiones en tecnologías de la comunicación, en innovación y desarrollo de proyectos son inmensas, al punto que obliga a los Estados a legislar acorde a los tiempos.

Pero las multinacionales embarcadas en estas aventuras, que a los dominicanos parecerían de ciencia ficción, afirman que para el 2021 ellas serán una rutinaria realidad.

De hecho, Uber ya tiene su modelo autónomo en circulación para servicio de taxi.

“El auto sin conductor de Uber, un Ford Fusion híbrido equipado con sensores especiales, se está probando en Pittsburgh, Pennsylvania, donde se encuentra la sede de su laboratorio de investigación de vehículos sin conductor”.

Ninguno de los industriales del automovilismo se ha querido quedar atrás, es por eso que los poderosos grupos como Toyota, Nissan, PSA de Francia, Ford, BMW, Bosch, Mercedes Benz, Seat, Samsung, Rinspeed, Yutong, Easy Mile, Baidu, entre otros, se apresuran en tener listos sus modelos para el 2020 con los sistemas de seguridad pertinentes probándose en Estado Unidos.

Ello ha obligado a que los organismos del Estado norteamericano y europeo presten atención especial a las normativas que regirán esta nueva etapa de la sociedad en materia de seguridad vial, tránsito, transporte y movilidad.

Lo mismo ocurre en la revisión técnica vehicular (ITV), porque se entiende que nuevos sistemas electrónicos y digitales referidos a la seguridad activa, pasiva y terciaria en nuestros vehículos son vitales incluirlas ya, así como determinados software, en el caso específico de los conductores autónomos.

Toda ley de seguridad vial que se emita en la República Dominicana, y es lo que queremos advertir, deberá ser susceptible a revisión y reformas constantes porque la sociedad es más dinámica de lo que parece, por las tecnologías.

Un ejemplo es España. Muestra avances en seguridad vial porque de manera participativa la ley adjetiva se somete a escrutinio público y a expertos en ese tema en particular. En los últimos 23 años, no menos de 19 veces, su norma legislativa al respecto ha sido modificada ajustándose a las circunstancias reales.

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