Opinión

La oposición política formal y un nuevo fenómeno social denominado militancia ciudadana han avanzado en la construcción de una percepción de que aquí en esta media Isla los que gobiernan actualmente son los ¨capeones¨ de la corrupción e impunidad.

Es tan fuerte el crecimiento de esa percepción en el tejido social dominicano que, una parte importante de la comunidad política criolla acarician la posibilidad de un golpe de estado institucional al Presidente Danilo Medina. Óigame donde se ha llegado.

Los niveles de agitación social mediante la realización de las marchas verde, la firma de libros verdes que aboga por cero corrupción e impunidad en la República Dominicana son el mejor indicativo de eso.

También la movilización de los frentes de masas en reclamo de reivindicaciones laborales y profesionales en todo el territorio nacional apunta en esa misma dirección, sin lugar a dudas.

Ahora bien, a esos sectores influyentes internos y externos que están detrás de ese sueño de buscar una salida ¨ Institucional¨ del partido de la Liberación Dominicana y el Gobierno del Presidente Danilo Medina de la conducción del Estado hay que decirles varias cosas.

En primer lugar, para que en la República Dominicana se produzca un fenómeno de esa calaña que esos sectores buscan, tendría que producirse una combinación de elementos que en la actualidad no se registran en la sociedad dominicana.

Cuáles son esos elementos? Bueno, una profunda crisis económica, inestabilidad de la macroeconomía, división en el liderazgo del partido gobernante, así como el desconocimiento o falta de comprensión del contexto internacional y los inconsistentes giros geopolíticos, entre otros.

Y en el control de esos elementos el PLD ha sido un maestro del manejo.

De manera, que esos sectores que están promoviendo eso, que se saquen eso de sus cabezas, que aquí en este país por el momento las condiciones objetivas y subjetivas para una aventura de esa naturaleza no están dadas. Apunten para otro lado.

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