Hablan los hechos

La mejor manera de reconocer el avance alcanzado por la economía dominicana es tomando como referente el hecho de que para 1950, la República Dominicana era el país de más bajo PIB per cápita en América Latina, pero debido al alto nivel de crecimiento, se pasó de ocupar la posición No. 21, que era la última, en 1950, a la posición No. 12, en el 2002, significando esto que se elevó en diez posiciones, colocándose por encima de Jamaica, Ecuador, Paraguay, El Salvador, Bolivia, Cuba, Honduras, Nicaragua y Haití. En ese mismo periodo, el crecimiento del PIB per cápita de República Dominicana superó el promedio regional de América Latina en el periodo 1950-2002.

Al medir las fluctuaciones del crecimiento económico dominicano nos encontramos que durante un largo período, este ha sido muy volátil y, por tanto, de baja calidad, destacándose en este sentido los periodos, 1982-1994 y 2001-2004 como los de más alta volatilidad, en tanto, que el periodo de más baja volatilidad fue 1996-2000

En tal sentido, sólo las regiones de Asia y Europa Oriental crecieron más que la economía dominicana en ese período. Sin embargo, en la evolución más reciente, desde la década de los noventas hasta la actualidad, el ritmo de crecimiento promedio de esta economía, 3.5%, es sólo superado por las de la región asiática. Una medida de la calidad y la sostenibilidad del crecimiento es el nivel de volatilidad del crecimiento.

En efecto, al medir las fluctuaciones del crecimiento económico dominicano nos encontramos que durante un largo período, este ha sido muy volátil y, por tanto, de baja calidad, destacándose en este sentido los periodos, 1982-1994 y 2001-2004 como los de más alta volatilidad, en tanto, que el periodo de más baja volatilidad fue 1996-2000. En tal sentido se aprecia que la frecuencia de las crisis del crecimiento en República Dominicana y de mayor grado de estabilidad macroeconómica se localiza para el periodo 2005-2016, superando para el periodo a la región de América Latina.

Llama poderosamente la atención el hecho de que los sectores más dinámicos y que en las últimas tres décadas han venido liderado el crecimiento económico de la Republica Dominicana y que tendieron a conservar ese liderazgo son turismo, financiero, comercio, comunicaciones y construcción, minería el mas reciente, pero en el caso de las zonas francas es notable un cierto rezago, fruto de que este perdió impulso en los desempeños de la última década. Pero hay que resaltar que este sector tuvo un repunte apreciable para los años 70s y 80s, los cuales fueron excelentes, pero en los 90´s este sector redujo drásticamente su desempeño alcanzando niveles críticos en los años posteriores.

Es importante destacar que desde 1990 hasta la actualidad, la economía dominicana ha demostrado que posee una gran capacidad de recuperación en el corto plazo y una buena resistencia frente a las crisis económicas, tal y como se ha observado en las crisis experimentadas en el 1990 y 2003

Es importante destacar que desde 1990 hasta la actualidad, la economía dominicana ha demostrado que posee una gran capacidad de recuperación en el corto plazo y una buena resistencia frente a las crisis económicas, tal y como se ha observado en las crisis experimentadas en el 1990 y 2003, que afectaron e interrumpieron el crecimiento del PIB severamente, sin embargo, las mismas fueron superadas en el corto plazo evitando períodos sostenidos de crecimiento negativo del PIB. Pero es que economía ha demostrado ser dinámica, con buena capacidad de transformación según las necesidades y con gran vinculación con la economía mundial; pasando de ser una economía mono productiva primaria a una con alta ponderación de los servicios y líder en atracción de Inversión Extranjera Directa, en la región.

Hay que poner de relieve que el ambiente internacional ha sido muy desfavorable en la última década, para la economía local fruto de las cargas de tensiones y conflictos geopolíticos de gran alcance, el crecimiento de los precios del petróleo, desequilibrios internos en la economía estadounidense, la debilidad del dólar y la crisis alimentaria. No obstante, la economía dominicana está altamente integrada al mercado estadounidense, tanto en lo comercial como en lo financiero, razón por la cual el impacto del crecimiento de USA hacia la economía dominicana se transmite, en mayor medida, a través del comercio, Zonas Francas, Turismo y las remesas.

Pero es que la apreciación generalizada es que el impacto de una desaceleración económica en USA en la economía dominicana está por encima del promedio regional, a niveles similares a los de México y Canadá. En adición, el impacto del crecimiento de la economía de USA en la economía dominicana es el doble que el impacto promedio sobre la región América Latina. En esa misma dirección se destaca que entre los aspectos negativos asociados con la volatilidad del crecimiento en República Dominicana están desempleos, subempleos, el incremento de la pobreza y la desigualdad social y la incidencia negativa en el gasto publico social.

En ese contexto se puede interpretar mejor que con todo y que la economía ha mostrado un ritmo de crecimiento ejemplar, eso no se ha traducido en prosperidad en la misma proporción y de mejor entendimiento por el ciudadano de a pie. Pero resulta irrefutable que el país ha mejorado sustancialmente los indicadores sociales e institucionales pero no en consonancia con el nivel de riqueza por habitante.

El impacto del crecimiento de la economía de USA en la economía dominicana es el doble que el impacto promedio sobre la región América Latina

Son esos antecedentes que han servido de plataforma para que la reciente visita de la misión del FMI en el país haya sostenido que “La economía dominicana se encuentra en una posición robusta en el ciclo económico. Con la actividad económica expandiéndose a un ritmo promedio del 7 por ciento durante los últimos tres años, la economía está operando por encima de su crecimiento potencial, y los shocks positivos de oferta han contenido las presiones inflacionarias y fortalecido la posición externa”.

Es compartible los criterios de la misión del FMI cuando entienden que “Se proyecta que el crecimiento se mantendrá sólido, el cual ha de girar en torno a su potencial de alrededor del 5 por ciento a partir de 2017. Por lo que “Los riesgos relacionados con estas proyecciones son equilibrados, aunque los principales riesgos se derivan de la incertidumbre en torno a las perspectivas económicas y de política de los socios comerciales externos, particularmente de Estados Unidos, los pronósticos de los precios del petróleo, las tasas de interés mundiales más elevadas de lo esperado y la consiguiente apreciación del dólar”.

Bajo ese enfoque, las autoridades económicas han de ser vigilantes permanente de la evolución de las actividades económica local y la dinámica internacional ya que el propio FMI establece que “ante el aumento de los riesgos, es necesario reforzar de manera decidida la posición fiscal para mantener la sostenibilidad”. Tal realidad obliga a tener presente el diagnostico de la estrategia nacional de desarrollo.

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