Opinión

El 70 Festival de Cine de Cannes ha concluido con la premiación a los filmes más destacados de esta edición, pero pasará a la historia por la discusión que generó al incluir dos obras producidas por Netflix y que motivó la decisión de exigir la exhibición en salas francesas para los competidores en este certamen.

Para las audiencias fue de mucho interés escuchar las opiniones del director Pedro Almodóvar y del actor Will Smith, además de un comunicado de un grupo de cineastas sobre tan cardinal asunto. Se tomó partido por la posición de Pedro o Smith, a veces con un extremismo más cerca de las apreciaciones personales sobre ellos dos que sobre el tema en sí.

¿Que Almodóvar cree que el lugar del cine está en las salas, sin descartar los medios digitales, y que Smith privilegia el acceso a las obras para magnificar a Netflix? Puede ser, pero de medias verdades están llenas las páginas de la historia del arte, por lo que debemos de tener los ojos bien abiertos para no dejarnos arrastrar por argumentos estériles.

El abordaje en las diferencias de criterio para dilucidar cuanto de verdad o razón tienen las partes enfrentadas, pasa por informarse y darle un vistazo pausado a todo lo dicho, sin refugiarse en clasicismos o modernismos y la verdad nos hará libres, o quizás menos esclavos.

Lo único nuevo en esta polémica son los participantes en ella. Ya se ha visto y leído en las crónicas sobre otras épocas del cine que es un asunto cíclico discutir acerca de las innovaciones técnicas. La diferencia es el alcance global, con una enormidad de opiniones y propuestas.

El Mundo Según Pedro Almodóvar

El cineasta español destacaba la paradoja de que la película que se llevará la Palma de Oro no pudiese ser vista en una sala de cine con su respectiva pantalla grande, en alusión directa a las dos participantes que Netflix tenía en Cannes. Después de eso, le llovieron las invectivas del modernismo recalcitrante.

Sin caer de golpe y porrazo en el inmovilismo conservador, creemos, en primera instancia, que una película está hecha para ser mostrada en una gran sala, al margen de su difusión por otros medios, y dudo que Almodóvar se oponga a que su cine se muestre por esos otros canales, los mismos que dejan unas ganancias nada despreciables.

Muy claramente, Pedro ha expuesto: “Las plataformas digitales son una nueva forma de ofrecer contenidos de pago, lo que en principio es bueno y enriquecedor”. Lo que observamos aquí no es la oposición cerrada y obtusa de un cineasta sino la comprensión de una nueva forma de acceder al cine.

A lo que si se opone es a renunciar a la experiencia de una proyección en forma tradicional, advirtiendo el peligro de eliminar unas esencias muy enraizadas en la psique de los espectadores: “Al menos, la primera vez que uno ve una película, la pantalla no deber ser parte de nuestro mobiliario, nosotros debemos ser diminutos para poder sentirnos dentro de esas imágenes y arrastrados por esa historia”.

Will Smith Abraza NETFLIX

El actor se declara partidario de ambas formas de disfrutar el cine, destacando las bondades de Netflix al permitirles a sus hijos ver -dice Will-, cosas que de otras formas no verían, sin aclarar porqué esos jóvenes pueden acceder a ver las películas en sus casas y no en una sala, quedándonos a deber una explicación un poco más detallada.

La otra parte poco clara es la de sostener que Netflix es una gran plataforma para dar a conocer los nuevos talentos, afirmando por omisión, que los medios usuales están por debajo para promover los nuevos valores del cine. No estamos negando que no sea una de las formas de despegue de alguna carrera, pero esos absolutismos a la hora de expresarse, son desafortunados.

Smith opina que: “Netflix no afecta el hecho de que ellos vayan a las salas de cine”, refiriéndose a sus hijos, pero de hecho si afecta. Esto lo podemos palpar en nuestro alrededor si investigamos a los amigos y relacionados. Nosotros mismos, preferimos muchas veces quedarnos a observar una película en casa, que desplazarnos hasta un complejo de salas. Quien esté libre de este pecado que lo diga.

Will afirma que sus vástagos van al cine dos veces por semana y que disfrutan Netflix el resto del tiempo. Si tomamos al pie de la letra sus palabras, nos damos cuenta de un cierto desbalance -natural en esta época-, entre la cantidad de películas consumidas en las salas y las que se ven en casa.

Estamos delante de dos formas de ver la problemática. Entre la exhibición de una película en una sala de cine tradicional y la que se disfruta en nuestros hogares. Almodóvar y Smith son dos de los bandos en que se divide la forma de entender y observar este arte en los momentos actuales.

Poniendo las dos visiones en una balanza, Almodóvar es más preciso a la hora de exponer sus razones, basándose en la diferencia de la experiencia de ver una película en pantalla gigante y en una sala oscura. Por el contrario, Will Smith se apoya en argumentos no siempre lógicos o claros. Creemos que ambos valoran disfrutar el cine y eso es lo que cuenta.

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