José Antonio Meade juró como candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que por primera vez apela a un independiente para el máximo cargo de la República.
Fue en el Foro Sol de esta capital, ante miles de priístas que lo arroparon como el abanderado del partido de gobierno para los comicios generales del 1 de julio.
Meade tiene vasta experiencia como servidor público y en la administración del presidente Enrique Peña Nieto se desempeñó como canciller y titular de las secretarías de Desarrollo Social y de Hacienda.
Ante la multitud reconoció que la contienda electoral será «una de las más difíciles de nuestra historia».
Dijo que su mayor obligación no será con pactos o alianzas, sino con el país.
En tal sentido se comprometió a combatir de manera implacable a la corrupción, por la cual varios exgobernadores priístas están tras las rejas.
Prometió apoyar el talento de sus compatriotas, priorizar la atención a las familias y hacer un gobierno a la medida de cada ciudadano.
Al respecto adelantó que si gana la presidencia de la República realizará el primer registro nacional de las necesidades de cada ciudadano, con objetivo de ofrecer una atención gubernamental real y a tiempo.