Hablan los hechos

La decisión del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana de facilitar al próximo gobierno, mediante una oposición constructiva, iniciativas legislativas de beneficio a la población reafirma la madurez y la firmeza del liderazgo del partido político que avanza a los 47 años de existencia.

Ha primado en la estructura de dirección partidaria el espíritu de cuerpo para adoptar una decisión de tanta responsabilidad, porque se ha pensado primero en el sistema de partidos y en el país.

El Presidente Danilo Medina siempre presentó en discursos y declaraciones públicas testimonios de las dificultades encontradas en el Congreso para la aprobación de iniciativas de desarrollo para la nación por la férrea oposición del equipo gobernante a partir del 16 de agosto.

Esa amarga experiencia no la pasarán las autoridades que inician este mismo mes un cuatrienio con una situación de crisis económica, fruto de la pandemia del Covid-19

“El PLD realizará una oposición sana y constructiva y se va a instruir a los legisladores para que voten por los legisladores que presentará el Partido Revolucionario Moderno para presidir la Cámara de Diputados y el Senado de la República”, declaró el presidente del PLD, Temístocles Montás, presentando el primer ejemplo de una acción opositora positiva.

Una dilatada tradición tiene el Partido de la Liberación Dominicana de asumir con responsabilidad su rol opositor. Recordamos aquellas fórmulas presentadas por el Profesor Juan Bosch para encauzar la economía en los gobiernos del doctor Joaquín Balaguer y en los del PRD.

Le correspondió al PLD, teniendo una amplia representación en el Congreso Nacional, facilitar la reforma económica de inicios de la década de 1990, con la que comenzaron a solucionarse ancestrales problemas en el país.

Con esa tradición no puede el Partido de la Liberación Dominicana asumir una oposición irresponsable. Una situación de debilidad en el manejo gubernamental agravaría la situación económica y podría generar una crisis social que afectaría seriamente el sistema de partidos, en el que el PLD juega su rol de principal opositor.

Acorde con el Boschismo

La decisión de los integrantes del Comité Político del PLD participantes de la histórica reunión del sábado 8 de agosto de 2020 es coincidente en destacar la madurez y altura de los debates, demostrando la formación boschista de sus miembros.

Ese era el típico comportamiento del líder histórico del PLD, hombre de carácter, quien siempre actuó con cabeza fría.

La propuesta que el Partido de la Liberación Dominicana presentó al electorado en las pasadas elecciones no encontró el respaldo popular de anteriores competencias electorales, no obstante con propiedad se puede decir que superó la prueba.

Es el PLD el principal partido opositor. Alcanzó una cifra próxima al 40 por ciento de los votos emitidos con una alta representación en los gobiernos municipales, un 40 por ciento de la matrícula en la Cámara de Diputados y una representación significativa en el Senado de la República.

El pueblo, que ahora no acogió su propuesta, fue el mismo que le favoreció en seis elecciones consecutivas alcanzando un porcentaje superior al 50 por ciento de los votos emitidos, de lo que el Partido se siente agradecido.

La dirección del PLD debe analizar fríamente lo que sucedió con las votaciones, aunque se conoce del impacto en contra de la gran abstención, quizás por la situación de la pandemia, por cansancio o porque se montaron en la ola creada por los mercadólogos asesores del equipo ganador de los comicios.

Lo ciertos es que ese equipo alcanzó un triunfo con un 72 por ciento de los electores inscritos. en contra. Ese porcentaje proviene de la sumatoria de los abstencionistas, de quienes votaron por el PLD y sus aliados y por los otros partidos competidores.

Realmente se ha obtenido un triunfo con un pírrico 28 por ciento de los ciudadanos con derecho al voto, lo que permite deducir el ascenso de un gobierno con una gran limitante en su legitimidad, lo que hace trascendente la postura de la dirección política del PLD de trazar una línea opositora sana y constructiva que empezará a observarse esta misma semana con el respaldo a la propuesta de constitución de los bufetes directivos del Senado y la Cámara de Diputados.

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