SANTO DOMINGO, el 3 de marzo de 1845, el Presidente Pedro Santana ordenó la expulsión del país de la madre del patricio Juan Pablo Duarte, señora Manuela Díez.
La medida le fue comunicada por el secretario de Interior y Policía, Manuel Cabral Bernal, en representación del Presidente Pedro Santana.
Santana envió a doña Manuela Díez un pasaporte y la advertencia de que se le obliga a realizar su salida del país a la mayor brevedad posible con los miembros de su familia que aún estaban en el país.
El secretario de Interior y Policía del Gobierno del Presidente Pedro Santana, señor Manuel Cabral Bernal, le advirtió a doña Manuela Díez que debía salir del país para evitarle a las autoridades “emplear medios coercitivos para mantener la tranquilidad pública”.
El 3 de marzo de 1845 cuando se dispuso la medida, ya habían sido deportados Juan Pablo Duarte y sus principales colaboradores en la lucha que culminó con la proclamación de la República, incluido además del patricio, Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, Juan Isidro Pérez y Pedro Alejandrino Pina.
Todos fueron declarados el 22 de agosto de 1844, por la Junta Central Gubernativa, traidores a la patria y condenados al destierro a perpetuidad.
Doña Manuela Díez salió del puerto de la ciudad de Santo Domingo, el 19 de marzo de 1845, en compañía de sus hijos Rosa, Filomena, Manuel Amaralos y Francisca, así como sus nietos María, Ignacia, Romualdo, Ricardo y Wenceslao.
Llegaron a la Guaira, Venezuela, el 25 de marzo. Allí se juntaron con Juan pablo Duarte.
Luego que salió al exilio, doña Manuela Díez no pudo regresar al país. Murió en Caracas, Venezuela.