SANTO DOMINGO, El 21 de enero de 1861, el Presidente Pedro Santana emitió una proclama en la que invitó a los dominicanos a mantenerse alerta contra las acciones que había emprendido el general Francisco del Rosario Sánchez.
Santana dio a conocer el documento un día después de que el general Francisco del Rosario Sánchez anunciara su decisión de entrar al país por Haití, para combatir la decisión del Gobierno dominicano de anexar República Dominicana a España.
El 20 de enero de 1861, el prócer Francisco del Rosario Sánchez, llamó a los dominicanos a tomar las armas contra la decisión del Presidente Santana de anexar la República a España.
En la ocasión expresó que ya llegó el día de salvar, para siempre, la libertad e invitó a los dominicanos a derrocar la tiranía del general Pedro Santana.
El presidente Santana calificó a Sánchez, como un cobarde y traidor de la patria y lo acusó de buscar a los haitianos para llevar a cabo sus acciones y deploró que el hecho ocurriera cuando, según dijo, el Gobierno se preparaba para dar una amnistía a Sánchez.
El Presidente Santana llamó al pueblo y a los militares a mantenerse alerta y les solicitó mantenerse en guardia “contra esa facción liberticida que sabremos escarmentar una vez más si quiere venir a turbar nuestro reposo”.
Además advirtió que la providencia protegerá las armas del Gobierno, y “con ella como siempre, venceremos”.
Sánchez se encontraba exiliado en Saint Thomas y decidió entrar por Haití, al frente de un grupo armado que tenía como objetivo evitar la anexión de la República.
En el documento que redactó en Saint Thomas, el 20 de enero de 1861, invitó a los dominicanos a hacer justicia a nuestra raza. “Sólo Santana, el traidor por excelencia, el asesino por instinto, el enemigo eterno de nuestras libertades, el que se ha adueñado de la República, es el que tiene interés en ese tráfico vergonzoso; él solo es capaz de llevarle a efecto para ponerse a salvo de sus maldades; el sólo es responsable y criminal de lesa patria”.
Advirtió: “El déspota Pedro Santana, el enemigo de vuestras libertades, el plagiario de todos los tiranos, el escándalo de la civilización, quiere eternizar su nombre y sellar para siempre vuestro baldón, con un crimen casi nuevo en la historia. Este crimen es la muerte de la patria. La República está vendida al extranjero y el pabellón de la cruz, muy presto no tremolará más sobre vuestros alcázares”.
Por ello, sostuvo que cumple con un deber sagrado al ponerse al frente de la reacción que impida la ejecución de tan criminales proyectos de anexar la República.