SANTO DOMINGO, el 11 de diciembre de 1865, el presidente Buenaventura Báez, quien había sido juramentado el día 8 de Diciembre, convocó el Congreso Nacional para que restableciera la Constitución conservadora de 1854.
Los legisladores acogieron la petición de Báez, lo que le permitió gobernar con una Carta Magna que le daba plenos poderes al jefe del Estado.
En el acto de toma de posesión del tercer gobierno del Presidente Báez, el Presidente del Congreso Nacional, el sacerdote Fernando Arturo Meriño, le advirtió que debía servir al país y enfrentar los males que afectaban a la República Dominicana.
De Meriño advirtió al nuevo Jefe del Estado que “La moralidad es la base inalterable del bien público y sin ella la prosperidad de la Nación es una quimera.
Báez había retornado al poder luego de que uno de sus seguidores, el General Pedro Guillermo, encabezó un movimiento que derrocó al Gobierno del General José María Cabral, a quien había obligado a renunciar el 15 de noviembre de 1865.
El General Pedro Guillermo asumió el Gobierno en espera de que regresara del exilio el ex Presidente Báez, quien se encontraba en Curazao.
José María Cabral había sido juramentado como Presidente de la República, luego de que con el apoyo del sur derrocó en agosto de 1865 al Gobierno del Presidente Antonio Pimentel, quien representaba los intereses de los productores del Cibao.
Al poco tiempo estalló el movimiento conspirativo en la región Este dirigido por el General Pedro Guillermo, quien exigía que José María Cabral renunciara para que tomara el poder Buenaventura Báez.
El 15 de noviembre las tropas del general Pedro Guillermo rodearon la ciudad de Santo Domingo y en esa circunstancia se produjo la renuncia del Presidente José María Cabral.
Para posibilitar la entrega del Gobierno a Buenaventura Báez, la Constitución de la República fue modificada y tomó posesión el día 8 de diciembre de 1865. El Congreso Nacional, a petición de Buenaventura Báez, aprobó que se repusiera en vigencia la Constitución de diciembre de 1854, la cual otorgaba amplios poderes al jefe del Estado dominicano.
La nueva gestión del Presidente Buenaventura Báez estuvo matizada por una situación de inestabilidad. El mismo día de su toma de posesión representantes del comercio y productores de tabaco, encabezaron un movimiento armado que tenía como objetivo impedir que tomara el poder.
Como líder del movimiento antibaecista emergió el general Gregorio Luperón, líder restaurador, quien no detuvo la lucha hasta que logró que el Presidente Buenaventura Báez renunciara al cargo el 28 de mayo de 1866.
Los restauradores del Cibao acusaban a Báez de haberlo traicionado, porque mientras ellos luchaban por la Restauración de la República, Báez se convirtió en un mariscal de campo del Ejército Español del Gobierno de la Anexión.
Báez fue el único dominicano que presidente cinco veces el siglo XIX. A partir del año 1853, cuando fue reemplazado en la Presidencia por el general Pedro Santana. Rompieron relaciones con lo que se inició una rivalidad que sólo terminaría cuando murió Santana el 15 de julio de 1864.
La primera administración del Gobierno del Presidente Báez fue del año 1853; la segunda 1856-1858; la tercera 1865-1866, en la cuarta administración encabezó el Gobierno de los seis años durante el período 1868-1874. Su último Gobierno fue durante el período 1876-1878, cuando se vio obligado a renunciar a la Presidencia de la República.
En la ocasión, Ignacio María González fue uno de los militares de la guerrilla que apoyó el Partido Azul, bajo el liderazgo del sacerdote Fernando Arturo de Meriño, para derrocar a Báez que había tomado posesión el 27 de febrero de 1876.
Buenaventura Báez al no resistir el levantamiento armado. Renunció y salió al exilio el 2 de marzo de 1878. Durante su administración persiguió a los dirigentes de los verdes y de los azules.
Historiadores dominicanos han difundido la versión de que Báez antes de salir del poder obligó a comerciantes de la ciudad de Santo Domingo, a pagar por adelantado los gravámenes de Aduanas y recaudó RD$70 mil pesos, lo que sumó a otros RD$300 mil pesos que había acumulado durante su administración reteniendo los dineros correspondientes a los empleados públicos y los militares que se encontraban en campaña.
De esa manera finalizó el último Gobierno de Buenaventura Báez, quien viajó a Curazao y luego a Puerto Rico, donde murió el 4 de marzo de 1884.