Efemérides Nacionales

LA ROMANA, el 17 de enero de 1967, Tras ser apresado por agentes policiales fue desaparecido el periodista, abogado y sindicalista Guido Gil, asesor del Sindicato Unido del Central Romana.

La desaparición del comunicador se produjo luego de que fue detenido por los agentes en el puente del Río Soco, en San Pedro de Macorís. Lo apresaron y desaparecieron, y a pesar de la presión para que el Gobierno del presidente Joaquín Balaguer diera explicación sobre el paradero de Guido Gil, el crimen quedó en la impunidad.

Un reclamo de un grupo de periodistas hecho en un espacio pagado en el vespertino El Nacional de Ahora, preguntó a Balaguer: ¿Donde está el periodista Guido Gil? ¿Está muerto? ¿Está vivo o permanece secuestrado?, ¿quién o quiénes lo secuestran y porqué? No hay más que una persona para responder estas preguntas, una persona supuesta a tener en sus manos los resortes de la información, y esa persona es el presidente de la República Joaquín Balaguer, los periodistas que firman este documento reclaman del Dr. Balaguer esas respuestas y las reclaman después de 55 días de la sospechosa desaparición del periodista cuando los recursos de la investigación oficial y particular parecen haber sido agotado sin resultado alguno.

Balaguer dijo que nada nuevo tenía que agregar, respecto a la desaparición de “este destacado miembro de la izquierda revolucionaria, se está investigando y ningún medio omitirá al Gobierno para esclarecerla”.

Guido Gil, militaba en el Movimiento Popular Dominicano y fue detenido cuando regresaba de La Romana, donde había ido a dar asesoría al Sindicato Unido del Central Romana.

La desaparición fue uno de los crímenes más denunciado, pero como otros, sus autores recibieron el beneficio de la impunidad en la República Dominicano, durante el período de Gobierno del presidente Joaquín Balaguer 1966-1978.

Cuando fue desaparecido Guido Gil Díaz tenía 32 años de edad. Había nacido en Moca en 1935, hijo de Elpido Gil y Kaistila Díaz. El matrimonio Gil Díaz también procreó a Norberto, Bélgica, Arcadio, Dinorah y Oscar.

En una investigación de la periodista Angela Peña, para el diario Hoy, los hermanos Gustavo y Orlando Sánchez Díaz, respecto a la desaparición de Guido, afirmaron que el coronel “Tadeo Guerrero lo apresó, lo llevó al cuartel de la Policía, lo exhibió para que los demás agentes lo identificaran, lo soltó y Guido se dirigió a San Pedro de Macorís. Al otro día salió para Santo Domingo y nunca llegó”. El coronel Simón Tadeo Guerrero, luego general, era el jefe del departamento Sureste, con asiento en La Romana. Desde el 17 de enero de 1967 hasta el presente, se le ha estado vinculando a la muerte de Guido Gil, anota la periodista investigadora.

“Saliendo de Macorís fue sacado del carro público en el que se dirigía a la Capital. Los Sánchez declaran que “Teobaldo Rusell, gerente general del Central Romana, ordenó su muerte en represalia pues Guido se había convertido en una piedrecita en su zapato”.

Según las investigaciones de los hermanos Sánchez Díaz, “a Guido Gil lo mató el propio Tadeo, a palos”, dicen, y añaden que recibieron el dato, además, de que lo sepultaron “en unos potreros de los Vicini”, aunque para ellos, el cadáver fue lanzado al mar.

“Balaguer, cuentan, nombró una comisión encabezada por el vicepresidente Carlos Rafael Goico Morales. “Investigaron al chofer y a los pasajeros y al mostrarles una foto del desaparecido afirmaron que viajaron con él y que lo bajaron en un destacamento a la salida de Macorís”. Añaden que también fue investigado Carlos Morales Troncoso, entonces alto ejecutivo del Central. Además, el conductor del vehículo aseguró a un compañero del MPD: “El señor que tú mandaste lo apearon ahí”, señalando el sitio declarado por los demás viajeros”.

Recuerdan que tras el crimen más de 100 periodistas firmaron un documento pidiendo esclarecer el destino de su colega y el MPD hacía igual reclamo en otros sucesivos y señalaba a los responsables. La vivienda de los Díaz fue allanada y la Policía se llevó una maleta de Guido con documentos y objetos personales. En la ocasión Gustavo fue hecho preso.

“Mamá y tía Kaistila fueron donde Balaguer, el único responsable de esta muerte”, a pedir explicaciones y el gobernante, en el más depurado estilo trujillista, les contestó que tenía informes de sus servicios de inteligencia de que Guido había enviado una carta desde fuera, que había salido del país. La madre de los Sánchez, una revolucionaria que en 1946 había militado en la Juventud Democrática contra Trujillo “se paró del asiento y le dijo a mi tía: ‘Kaistila, vámonos de aquí”.

La periodista refiere que además de tres calles en Santo Domingo, fue designado “Guido Gil” el puente sobre el río Higuamo.

Guido Gil había sido investido de Doctor en Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en 1961. En el mismo año ingresó a la organización política 14 de Junio, liderada por el doctor Manuel Aurelio Tavarez Justo. Sufrió la persecución del régimen de facto del Triunvitato (1963-1965) por ser opositor.

Participó en la Guerra de Abril de 1965, y al concluir salió del 14 de Junio, y pasó a formar parte del Movimiento Popular Dominicano (MPD).

El triunvirato fue formado tras el golpe de Estado que interrumpió el gobierno constitucional del profesor Juan Bosch, el 25 de septiembre de 1963.

Entre los aportes de Guido Gil a la bibliografía nacional está su obra «Orígenes y Proyecciones de la Revolución Restauradora», puesta en circulación el 19 de agosto de 1964.

De las revelaciones de los hermanos Sánchez Díaz

En investigación de la periodista Angela Peña, para el diario Hoy, los hermanos Gustavo y Orlando Sánchez Díaz, recordaron que desde que Guido Gil Díaz llevó a Manolo Tavárez Justo a pronunciar un discurso en Radio Caribe, donde compartía el trabajo de prensa con Gregorio García Castro, comenzó una persecución en su contra que se extendió hasta el Gobierno de Balaguer en el que lo asesinaron porque había intensificado su lucha por los obreros no solo en aparentes periodos de paz sino en la guerra. Representantes de intereses norteamericanos en el país y los militares balagueristas más arbitrarios lo tenían en mira.

Refirieron que García Castro y Gil Díaz no solo fueron colegas y amigos. La madre de Guido y el padre de Goyito eran primos. Por esa razón García Castro abofeteó en la Secretaría de Agricultura a un compañero que se alegró de la desaparición de Guido. García Castro también fue asesinado el 28 de marzo de 1973. Cuando Tavárez Justo habló en la emisora, destituyeron a los primos.

“Guido comenzó a perfeccionar y ampliar su obra sobre Gregorio Luperón, “Orígenes e ideario de la guerra restauradora”, con la que había participado en un concurso organizado por la Academia Dominicana de la Historia y patrocinado por el presidente Juan Bosch. La publicó en 1964. Otros libros suyos quedaron inéditos”, agregaron Gustavo y Orlando Sánchez Díaz.

“En 1964 Gil Díaz ideó aplicar en el Central Romana el llamado “paso de la jicotea” que implicaba trabajar más despacio “y no podían declararlo como ilegal”, observa Melvin Mañon, camarada de Guido en el 14 de Junio. Dice que este creó y fundamentó la táctica pero los hermanos Sánchez cuentan que se había aplicado antes. El procedimiento representó “una gran pérdida económica y obligó a los patronos a negociar el pacto colectivo”, significan Gustavo y Orlando.

Contaron a la periodista que ese mismo año Guido dirigió la huelga que se conoció como “Jornada 2 de Mayo”. “Fue un levantamiento popular contra el triunvirato”.

“Posteriormente, señalan, organizó el congreso de Poasi. Ya era parte del buró obrero del 14 de Junio junto con Vladimir Blanco, Julio de Peña Valdez, Junior López, Guayubín González Espinosa y otros.

“En esa agrupación su principal contacto era Darío Solano, con quien Guido compartió la lucha política hasta que este se asiló en la embajada de Argentina.

“En la guerra. Frente al estallido revolucionario del 24 de abril de 1965 Guido aconsejó a los Sánchez “esperar órdenes”, pero dos días después el 14 de Junio distribuyó sus cuadros y a Guido le correspondió situarse en el comando de la calle Santomé, frente al mercado Modelo en unión de Juan B. Mejía, González Espinosa, De Peña Valdez y otros. Su responsabilidad, declararon Gustavo y Orlando, era “coordinar los movimientos bélicos y redactar los comunicados”.

“Ahí funcionó el Buró Obrero del 1J4”, destacan y expresan que su pariente tenía grandes simpatías por esta clase “explotada” y “mucha sensibilidad social”. Resaltan sus condiciones de líder al que respetaban y querían.

“Ya era marxista. Recuerdo que compré las obras completas de Mao y él se quedó con ellas, él y Darío Solano se complementaban mucho.

Los hermanos Sánchez Díaz informaron a la periodista Angela Peña que muchos de los trabajos que redactó Guido durante y después de la guerra eran impresos “en la casa de Bienvenido Castillo, en Cristo Rey”. En 1966 fue su viaje a Cuba representando al 14 de Junio en la conferencia Tricontinental. Cayetano Rodríguez del Prado, Asdrúbal Domínguez y Euclides Gutiérrez asistieron por el MPD, el PSP y el Movimiento 24 de Abril, respectivamente.

“A su regreso encontró la lucha interna del partido. Guido se fue del lado de los denominados “transformistas” que consideraban que la agrupación debía ser un partido obrero mientras que los “antitransformistas” “negaban eso, planteaban que debía seguir con su línea de liberación nacional representando los sectores medios, la pequeña burguesía…”.

Recordaron que Guido pasó a formar parte del Movimiento Popular Dominicano, al igual que Juan B. Mejía, Amín Abel Hasbún, Fafa Taveras, Cocuyo Báez, Gustavo y Orlando Sánchez Díaz, Héctor Ortiz, Julio de Peña y continuó sus responsabilidades en el Central, pasando mucho tiempo en la ciudad de La Romana.

Angela Peña apunta que pese a su meritoria entrega a los pobres, braceros, muelleros, a sus libros publicados, a su lucha como soldado del pueblo en la Guerra de Abril, su honestidad y el martirologio que significó la muerte despiadada, Guido Gil es apenas un recuerdo entre los pocos parientes que le quedan. Sus padres y hermanos fallecieron, no tuvo hijos ni se casó porque fue sostén para su familia. La sociedad ni los gobiernos ni las propias agrupaciones políticas a las que perteneció le han reconocido. Tres calles de Santo Domingo, lejanas, prácticamente callejones, son el único homenaje a su memoria.

“Fue en la prensa de su tiempo donde se localizaron sus fotos porque, paradójicamente, entonces era una especie de icono que deslumbraba a todos con su estilo depurado, sencillo, directo y su incomparable inteligencia, celebrada en periódicos y revistas”.

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