San José, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La representación del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sugirió hoy implementar una reforma tributaria en Costa Rica para poder reforzar la política social y revertir los elevados índices de desigualdad.
Esa debe ser de las «que aumente la recaudación para mejorar la cobertura y calidad de los servicios sociales, y distribuir más equitativamente los ingresos», sugirió la representante residente de ese organismo internacional en esta capital, Yoriko Yasurama.
También alentó a desarrollar un diálogo ciudadano amplio, que promueva la construcción de acuerdos sobre metas específicas y estrategias concretas.
Estas recomendaciones no son recetas de acatamiento obligatorio, pero el país si debe pensar en una reforma fiscal, reiteró.
La política social sí sirve para bajar la pobreza, por ejemplo, las transferencias monetarias y servicios sociales, pero actualmente su impacto es contrarrestado por un sistema tributario regresivo con un crecimiento desigual de salarios, señaló.
No obstante «hay noticias positivas importantes y es que la economía sigue creciendo y la clase media, y eso contribuye a que el país sea más igualitario», opinó.
Según el estudio La Equidad en Costa Rica: incidencia de la política social y la política fiscal, realizado con el auspicio del PNUD y presentado este lunes en esta capital, el déficit fiscal acumulado por este país -equivalente a 5,4 por ciento- amenaza la continuidad y el fortalecimiento de la política social.
A juicio de los expertos involucrados en la investigación, lo más oportuno sería reformar el sistema tributario costarricense para contrarrestar el deterioro legado por los dos gobiernos consecutivos del Partido de Liberación Nacional (2006-2014).
De acuerdo con la investigadora Gabriela Mata, participante en la pesquisa, las transferencias en salud y educación generan beneficios para reducir la desigualdad, que en el caso de Costa Rica se mantiene, pese al crecimiento de la economía y de la clase media.
El PNUD define como clase media a la población con un ingreso per cápita de 10 a 50 dólares al día, ajustados por paridad de poder adquisitivo.