Hablan los hechos

En el momento de la independencia de la República en 1844, tres tipos de propuestas estaban sobre la mesa para el futuro de la nueva nación; los jóvenes liberales lidereados por Juan Pablo Duarte y los Trinitarios, se plantearon siempre la construcción de un país totalmente independiente de cualquier protección o sumisión a una potencia extranjera.

Mientras los mas conservadores se dividían en dos grupos: los que habían llegado a un acuerdo con Boyer, para mantener la unificación de la isla, la figura mas notable de este grupo de ¨boyeristas¨ era Tomás Bobadilla; y los que estuvieron de acuerdo con la independencia de Haití, mas consideraban que no había posibilidad de supervivencia sin adherirnos a una potencia colonial, ya sea España, Francia o Inglaterra.

En el escenario donde se plantearon los hechos de febrero y marzo de 1844, cuando un pequeño grupo de hispano hablantes, que ya habían sido rechazados por la Gran Colombia en 1821, se enfrentaron al ejercito haitiano, que había vencido a las fuerzas napoleónicas en las Antillas, el sueño de Duarte y sus compañeros parecía una utopía.

Mientras en el continente las fuerzas coloniales españolas fueron expulsadas en un periodo de 20 años, entre 1810 y 1830, en las islas del Caribe la situación no era la misma. España mantenía el gobierno colonial en Cuba y Puerto Rico; Francia, Inglaterra y Holanda también mantuvieron sus colonias isleñas, por lo que, pensar en independizar totalmente la parte este de la isla de Santo Domingo, con las potencias europeas en sus fronteras marítimas y el ejercito haitiano en la terrestre era un sueño al parecer irrealizable.

Ademas, como lo detalla Juan Bosch en su libro ¨Composición Social Dominicana¨; la desaparición de la industria azucarera fines del siglo XVI y su sustitución por el hato ganadero, impidió la consolidación de una clase burguesa productora de bienes y con conciencia nacional en la parte Española de la isla.

En este escenario los dominicanos echaron mano de la única institución que garantizaba la cohesión social, la iglesia católica romana, presente en la isla desde los días de la colonización, comenzó desde los albores de la República a ejercer una influencia vital en la consolidación del país, lo que trajo consecuencias importantes en la vida republicana, ya que, esta representaba las ideas mas conservadoras de la época.

Ya vimos, como en Europa y resto del continente americano la iglesia católica luchaba por mantener su influencia; en el viejo continente por la pérdida de poder de las casas reales y sus gobiernos bendecidos y designados por el orden divino, y en las Américas por el nacimiento de estados laicos a partir de las guerras de independencia coloniales.

No creemos fruto de la causalidad, que las creencias religiosas se reflejaran en todos los movimientos independentistas, incluso, entre los Trinitarios a quienes calificamos mas cerca del pensamiento liberal; en el juramento Trinitario y la confección del escudo nacional se da fe de la influencia del pensamiento religioso en este grupo, se jura: ¨En nombre de la santísima y Agustísima e indivisible Trinidad de Dios Padre¨, también se coloca una Biblia abierta en el capítulo 8 versículo 24 en el escudo nacional y se escoge como nombre República Dominicana, honrando a la orden de los sacerdotes Dominícos.

Tomás Bobadilla y Briones, un figura conservadora en extremo, es quien sustituye a Francisco del Rosario Sánchez en la Presidencia de la primera Junta Central Gubernativa y en poco tiempo se adueña de los poderes públicos, mientras los Trinitarios liberales encabezados por Duarte son perseguidos y enviados al exilio.

Los Trinitarios peleaban contra los haitianos mientras los conservadores se adueñaban del gobierno, en los mismos principios de la historia nacional.

Caída de la primera república

De este estado de cosas surge la figura de Pedro Santana, un latifundista de las grandes sabanas del este del país, quien en poco tiempo se apodera del gobierno y fiel a lo que eran sus ideas conservadoras termina anexando nueva vez la parte este de la isla a la corona española.

La costa sur de la isla estaba dominada por los grandes propietarios de hatos ganaderos, viviendo en un sistema feudal tardío, y de ese grupo surge Santana, quien al asumir la jefatura del estado hace aprobar el artículo 210 de la Constitución que lo autoriza a gobernar por decreto.

El centro de la República y la costa norte, tenían en ese entonces un desarrollo social algo mas avanzado, ya que existían terrenos dedicados a la producción agrícola y la producción y exportación tabaquera, que permitieron el desarrollo de una burguesía incipiente con conciencia nacional, por lo que, la oposición al régimen dictatorial de Santana es mas fuerte en el norte del país.

La realidad es que en la época existían dos países; el del sur con el gobierno en Santo Domingo y el del norte centrado en Santiago y Puerto Plata, hasta que Santana decide someterse al protectorado español en el año 1861.

La falta de confianza en el futuro de la República y la conservadurismo extremo de quienes la gobernaban, produjo el fracaso de todos los intentos de los independentistas por derrocar a Santana e impedir la anexión, cayeron frente al pelotón de fusilamiento: Francisco del Rosario Sánchez, María Trinidad Sánchez y Antonio Duvergé, entre otros, mientras Duarte tenía que vivir el exilio en Venezuela.

También en esta etapa oscura de la vida nacional la Iglesia representó una parte importante del sostén del régimen dictatorial y bendijo con sus cruces la anexión a la corona que por mandato divino gobernaba el Reino de España.

La segunda república: rojos contra azules

La guerra restauradora constituyo la primera y única guerra anticolonial que han efectuado los dominicanos, iniciada en agosto de 1863, logra vencer y expulsar dos años después las tropas españolas, consolidando el proyecto nacional iniciado en 1844.

La primera parte de este periodo, llamado también de la segunda república, la ocupan personalidades que son ejemplo de la confrontación de liberales y conservadores que marcaron estos años y como los grupos progresistas e intelectuales del Cibao construyeron una respuesta política con el Partido Azul a las ideas conservadoras representadas por el Partido Rojo o Partido ¨baecista¨.

El Partido Rojo, fue la típica agrupación caudillísta y personalista, construida alrededor de Buenaventura Báez y constituida por gente humilde, sobretodo campesinos con aspiración a participar de agrupaciones militares.

Mientras el Partido Azul que también se denominaba liberal, fue formado por elites intelectuales y jóvenes formados en la lucha restauradora, no era propiamente un partido caudillista y en sus inicios puede resaltarse la pertenencia a sus filas de Gregorio Luperón.

De nuevo se presentan durante estos años la lucha entre liberales y conservadores, de parte del Partido Azul se plantea un régimen con garantía del voto universal, libertad de cultos, separación de los poderes públicos, entre otras muchas conquista políticas, con una clara tendencia hacia el estado laico de amplia participación.

Por parte del Partido Rojo, una agrupación militarista, autoritaria; se forma con el único objetivo de hacer llegar a su líder Buenaventura Báez a la Presidencia de la República, lo que logra en cinco ocasiones entre 1849 y 1878.

Báez fue un Presidente que en múltiples ocasiones intentó enajenar parte del territorio nacional, primero a Francia, luego a España y por último a los Estados Unidos, con quienes llega a un acuerdo de anexión que no se pudo cumplir por no haber sido ratificado por el Congreso Estadounidense.

Uno de los hechos mas notables del conservador Báez, fue la estafa realizada a los productores de tabaco del Cibao; cuando la gran cosecha de 1857 dure comprada con dinero inorgánico emitido por el gobierno, esto arruinó a los productores y produjo una revolución con un gobierno cuya sede era la ciudad de Santiago encabezado por Desiderio Valverde, al ser derrotado Báez se proclama la Constitución de Moca de 1858, la primera netamente liberal y de avanzada en el país, reflejo del tipo de ideas políticas que dominaban en las élites cibaeñas en esa época.

Sin embargo, los contínuos cambios constitucionales en el siglo XIX son también una muestra de la inestabilidad política que caracterizó este periodo de nuestra historia, los rojos y los azules se turnan en el ejercicio del gobierno con una preeminencia de los gobiernos de corte conservador y por lo tanto rojo.

La excepción fue la llegada al poder de Ulises Hereaux, que lo hace de la mano del Partido Azul, destruyéndolo desde la Presidencia de la República. Ejercía el cargo de modo caudillista y tiránico, el típico método de los presidentes rojos, solo favorece a sus seguidores por encima de los intereses partidarios, endeuda el país con consecuencias devastadores y mantiene la fachada de una democracia representativa aun cuando compra sus opositores y centraliza toda la administración pública en su persona.

Todo el final del siglo XIX e inicios del Siglo XX en el país se caracteriza por la preeminencia de regímenes caudillistas y la incapacidad política tanto de Azules como Rojos de construir un régimen estable, la ausencia de conciencia de una clase burguesa inexistente para esa época, impidió se construyera un sistema de gobierno civil que abriera espacios a las ideas liberales de participación democrática.

Si quisiéramos resumir el tipo de gobiernos que tuvo la República hasta la muerte de Lilís en 1899, tendríamos que coincidir en que la mayoría de ellos fueron de corte conservador siendo la excepción los años donde dominaron las leyes de corte liberal.

Las gestas mas importantes de nuestra historia, la lucha por la independencia de 1844 y la Restauracion de 1863, fueron planteadas eimplementadas desde las mentalidades liberales sin embargo, los sistema de gobierno surgidos fueron de corte netamente conservador, algo que se repetirá de forma permanente en nuestra vida republicana.

La próxima semana seguiremos siguiendo el rastro del pensamiento conservador y sus gobiernos en el país ya en el siglo XX.

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