Opinión

En el marketing escuchamos muy a menudo el concepto “marketing mix” (mezcla de mercadotecnia), lo que significa el uso de sus principales herramientas operacionales, como una especie de sancocho, donde cada ingrediente juega su papel para conseguir el resultado que queremos.

El marketing tradicionalmente resume la mezcla en 4 pilares básicos definidas como las 4 “P” (Producto, Precio, Plaza y Promoción), cada una con sus respectivas especialidades; pero con el desarrollo de la sociedad, los medios de comuinicación y la tecnología, esta disciplina se hace más compleja y más competitiva.

Si lo aplicamos al campo político, se compara el producto con la organización o el candidato, el precio con la oferta ideológica, programática o promesas puntuales de necesidades de la población; la plaza con el mercado electoral y la promoción con la propaganda y la publicidad. Pero esta última es un mundo mutante que no para de crecer y ramificarse en canales cada vez más segmentados para llegar al votante.

En la promoción el tema de la imagen gráfica y propaganda tradicionalmente se reducía a la impresión de volantes, tarjetas, brochures, afiches, pancartas, vallas u otras piezas que se encargan a suplidores, la mayoría de los cuales imprimen con los tradicionales sistemas offset, serigrafía, ploteados, flexografía o digitales.

La expansión y complejidad tecnológica, acompañada del crecimiento del Internet, ha dado como resultado lo que se conoce como el Web to Print, que es un sistema de respuesta a las necesidades de impresión donde por medio de la red en línea se solicita un diseño, se ordena una impresión y, sin necesidad de los antiguos y complejos procesos, recibimos las piezas promocionales a dominicilio en tiempo récord o es enviada directamente al elector de manera personalizada. Ahora los impresores se están viendo en la necesidad de actualizarse o perder espacio y competencia.

Una de las ventajas más espectaculares de esta herramienta es que, aparte de permitirnos enviar mensajes impresos personalizados a los votantes (carnets, cartas o brochures con perfil y propuestas), también nos permite llevar el mismo mensaje con otras aplicaciones tecnológicas de comunicación, como las tabletas, celulares, RSS (Really Simple Syndication), emails y con apoyo de las redes sociales.

Las empresas fabricantes de sistemas de impresión viven una época de innovación y competencia en una feroz lucha por el mercado, y por ello cada día vemos equipos que simplifican más y más los procesos, incluyendo grandes inversiones en desarrollo de software para manejo de datos que permitan mejor segmentación y personalización. Un simple volante ahora se convierte en multimensaje digital en aplicaciones que se generan automáticamente.

En los estudios de este año y proyectando el 2015, parece extraño notar que junto al crecimiento de la comunicación vía internet, esté aumentando la impresión de libros, cuando se dice que la gente lee menos. Pero esto resulta por el hecho de que la tecnología y la comunicación están abriendo facilidad a la expresión de las personas vía online, permitiendo una inmensa producción de contenido que termina en la recopilación e impresión. Con el Web to Print se puede ordenar la impresión de uno hasta miles de libros, y existen equipos que los reciben vía electrónica y en poco tiempo los producen con la asistencia de una sóla persona.

La competencia de los aspirantes a cargos en el Estado es cada día más sofisticada, y por tanto deben contemplar en sus equipos de campaña buenos y actualizados técnicos en materia de marketing político.

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