Naciones Unidas, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La representante especial de Naciones Unidas para Haití, Sandra Honoré, consideró hoy inapropiado pronunciarse sobre las demandas contra la Misión de Estabilización en ese país (Minustah) por la presunta introducción de una epidemia de cólera en 2010.
«No me toca hablar de eso», declaró la también jefa de la Minustah a periodistas, poco después de una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación de Haití, donde la enfermedad ha provocado más de ocho mil muertos y casi 700 mil casos. Recientemente, un grupo de víctimas presentó en Nueva York una demanda contra Naciones Unidas, la segunda en los últimos seis meses, devolviendo a la palestra las acusaciones de que militares nepalíes de la Misión habían desencadenado la epidemia, luego de verter residuos fecales en un río.
Honoré centró su intervención ante la prensa en los avances de Haití en el control de la enfermedad, la cual se mantiene como un problema de salud.
Queda mucho por hacer, ya que ese país sigue con las cifras más altas de cólera en el mundo, advirtió.
Sin embargo, la enviada de Ban Ki-moon destacó que la incidencia se ha reducido, porque de los 681 mil casos sospechosos desde 2010, apenas un seis por ciento se reportaron en 2013, en comparación con el 51 por ciento en 2011, dijo.
Según la diplomática, la ONU está comprometida con el apoyo al gobierno haitiano para superar la grave situación.
Además de las iniciativas lanzadas por el Secretario General para la erradicación de la epidemia, está en proceso el acuerdo destinado a crear un comité conjunto Haití-Naciones Unidas para impulsar los esfuerzos contra el cólera, a partir de una propuesta realizada por Puerto Príncipe en septiembre último, señaló.
Honoré no es la única funcionaria en evitar la cuestión de los reclamos a la Minustah, después de que también este mes, el portavoz del Secretario General, Stephane Dujarric, declinó comentar al respecto.
Uno de los asuntos sobre el tapete es si la ONU cuenta o no con inmunidad a la hora de responder ante tales demandas.
La polémica creció hace un año, cuando el experto independiente de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos en Haití, Michel Forst, sugirió que la Organización debía responder a las acusaciones.
