Hablan los hechos

Convencidos de la vieja sentencia de que “la unión hace la fuerza” los dirigentes de las trece juntas de vecinos creadas en la Ciudad Colonial decidieron unirse para trabajar en procura de convertir el área en un ambiente sano donde predomine la seguridad pública, la paz y el encanto propio de las ciudades históricas.

Han tenido que enfrentar, según resaltan, la discriminación de que son víctimas por el concepto encasillado de “sociedad civil”, limitado a organizaciones no gubernamentales (ONG) y otras entidades. Hace 17 años que nació la Unión de Juntas de Vecinos de la Zona Colonial, con representantes de las trece barriadas de la ciudad intramuros.

Todas las juntas de la Ciudad Colonial pertenecen a la directiva de la Unión, con lo que según dicen buscan consolidar la integración democrática de los sectores. El presidente Pedro del Castillo, reside en la casa 309 de la calle Arzobispo Portes; preside la junta del callejón Regina Agelorum; la encargada de gestión de riesgo Rosa Ortiz Wessin, la de San Antón. Rita Almonte, la de El Carmen, secretaria.

La señora Marta Ramírez Viuda Copello, presidenta de la Junta de Vecinos El Conde-Mercedes desempeña el cargo de secretaria de Educación Ciudadana de la Unión de Juntas de Vecinos de la Ciudad Colonial. En las otras funciones figuran Alberto Selman, secretario de Infraestructura Urbana, de la junta Santa Clara-Catedral; Prudencia Fenández, de Defensa del Espacio Público; San José-Montesinos; William García, de Animación Urbana, de Santa Bárbara; de Disciplina, Mercedes Zabeta, del barrio San Miguel y Mirtha Guevara Melo, cordinadora.

También, Minerva Reyes, de Gestión Ambiental; de la Junta de Vecinos San Nicolás de Bari; Ruth Gesualdo, de Relaciones Públicas; licenciada Milagros Polanco, de Bienestar Social, de la Puerta de la Misericordia; Zoila Pérez, Tesorera, de la Juan Pablo Duarte y Virgilio Ventura, de Aseo Urbano, presidente de la Junta de Vecinos de San Lázaro.

Los integrantes de la Unión entienden que con una directiva en que participan todas las juntas de vecinos de la Ciudad Colonial, ningún sector puede sentirse excluído ni discriminado en las tomas de decisiones.

Tanto en las juntas como en la Unión, las directivas se eligen por votaciones cada dos años.

La Unión trabaja por la Paz y la Seguridad en la Zona

Reporteros de Vanguardia del Pueblo Digital que recorieron la Ciudad Colonial en contacto con sus comunitarios entrevistaron al presidente de la Unión de Juntas de Vecinos, Pedro del Castillo, quien explicó que en estos momentos el trabajo principal de la organización es colaborar con los organismos responsables de la paz y la seguridad en la zona de manera que la misma logre la tranquilidad necesaria bienestar de sus moradores y visitantes.

Del Castillo, con 61 años de edad, todos vividos en el centro histórico de Santo Domingo, resalta el trabajo que realizan con la Policía de Turismo, el cuerpo de seguridad de la Alcaldía del Distrito Nacional, la Policía Nacional y la Fiscalía Comunitaria en la solución de conflictos que afectan a particulares.

El veterano dirigente comunitario explica que aunque originalmente las juntas de vecinos surigieron para mediar en conflictos entre dos personas, el cambio dado por la zona, con nuevos estilos de vida, con violencia y delincuencia al tiempo que crece el turismo, estas organizaciones han ampliado su papel como única forma de justificar su existencia.

“Nosotros hacemos un esfuerzo, con esta Unión de Juntas de Vecinos para que en la Zona Colonial se conserven los valores que nos han distinguido siempe, que se mantenga la solidaridad entre todos los que vivimos aquí, porque aquín nos conocemos todos, la Ciudad Colonial es pequeña por lo que podemos mantener la paz y la buena vecindad”, dice.

En los primeros años la Unión intervenía para exigir el cierre bares que se abrían en las cercanías de las escuelas, en conflicto por los espacios entre vecinos y en el combate al ruído. Hoy busca más participación en las decisiones que marcan los cambios urbanos, incluso, en el uso de sus locaciones en el rodaje de películas.

Del Castillo no se inmuta al decir que jamás se mudaría de la Ciudad Colonial, porque en ella se conservan costumbres como “pasarse el plato de comida entre vecinos y brindarse café”. Y que “aquí uno puede tomarse su trago tranquilo y escuchar buena música, entonces ¿por qué tengo que mudarme de aquí”. Revela que asume esa actitud pese a que tiene una casa en la avenida Sarasota, del nuevo Santo Domingo.

Aunque defiende el apartidismo de las Juntas de Vecinos, el dirigente comunitario muestra su regicijo por la salida en la red de Vanguardia del Pueblo Digital, debido a que milita en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) desde finales de los años 70, afiliado en el Comité Intermedio Celeste Golibart.

“Hacía tiempo que el periódico debió estar en la red”, dice, mientras busca datos para la entrevista en su computadora Laptop.

Las Juntas de Vecinos también son Sociedad Civil

Una crítica aflora en las palabras del comunitario Pedro del Castillo. Se trata de lo que considera un exceso de entidades participantes en el ordenamiento de la Ciudad Colonial. “Aquí está el Patronato de la Ciudad Colonial, aquí está Patrimonio Cultural, aquí está en Ministerio de Turismo, está el Departamento de Reconstrucción, la Alcaldía del Distrito Nacional y Patrimonio Munumental, y para realizar cualquier iniciativa de inversión, incluso para remoderal tu casa, tienes que buscar la aprobación de todas esas entidades y se pierde mucho tiempo”.

“Esto parece un barco con muchos capitanes”, dice, mientras observa que el timón lo compaarten entidades gubernamentales y no gubernamentales entre las que no firguran las Juntas de Vecinos.

Entiende que todas las disposiciones burocráticas pudieran resolverse en ventanilla única, centrada en el Palacio Consistorial, perteneciente al cabildo.

Sobre la exclusión de las Juntas de Vecinos entre las entidades que en los últimos años se abrogan el título de “Sociedad Civil”, dice que se trata de “gente que se ha agrupado bajo un nombre, pero la sociedad civil somos todos”.

La Unión y el Museo de la Resistencia

Como una muestra de la desventaja en que operan las juntas de vecinos con relación a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), pertenecientes a la denominada “sociedad civil” destaca que la Unión carece de un local propio para realizar sus reuniones y otros encuentos propios de su labor social.

La reunión de trabajo de todos los lunes se desarrollan en el Museo de la Resistencia, que opera en una vieja casona de la calle Arzobispo Nouel, cedida al Estado por 100 años por la Familia Vicini, remodelada y equipada por el pasado gobierno peledeísta del doctor Leonel Fernández.

El Museo, que acoge las federaciones patrióticas de sobrevivientes de las dictaduras, cede el local los lunes a las 7:00 de la noche a la Unión de Juntas de Vecinos.

El Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, en su condición de presidente del Patronato de la Ciudad Colonial, le garantizó a la Unión que se la asignará un local Multiuso en el Edificio Saviñón de la calle José Reyes, esquina Conde, para el gremio pueda operar sin mayores contratiempos.

La Unión tras el rescate de costumbres perdidas

Con motivo de la Semana Santa que se aproxima, la Unión de Juntas de Vecinos de la Ciudad Colonial organiza el Festival Gastronómico de Comida Dulce y Salada, en el que pueden participar las familias de la zona. Los participantes se disputarán un primero, segundo y tercer premio, financiados por la Asociación de Comerciantes de la Calle El Conde.

La entidad que une las juntas de vecinos de la Zona Colonial tabaja en la celebración de una Feria Artesanal y por el rescate, según del Castillo, de su histórico Desfile de los Santos Reyes y el Santa Claus de Comercial La Margarita.

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