Opinión

El 22 de marzo pasado se celebró el Día Mundial del Agua, declarado por el Sistema de las Naciones Unidas, con el fin de “llamar la atención sobre la importancia del agua, su adecuado uso y conservación”. El lema del presente año es: “Agua, la Energía y la Gobernanza”. El presente trabajo se referirá a uno de los componentes de la gobernanza del agua: El marco Legal para la gestión sostenible de los recursos hídricos en la Republica Dominicana.

Según algunos autores nuestros Planeta no debería llamarse Planeta Tierra, sino Planeta Agua, pues este elemento represente el 70 % de la superficie del mismo. La forman los océanos, mares, ríos terrestres y subterráneos, glaciares, lagos, lagunas y el vapor de agua que contiene la atmósfera.

El 97. 5% de toda el agua del planeta es agua de los mares y de los océanos. El restante 2.5% es agua dulce, pero casi toda esta congelada en los polos y en los glaciares. El agua congelada representa el 69.7% del agua dulce, mientras que el agua subterránea representa el 30% y en los ríos y en los lagos solamente encontramos el 0. 3% de agua dulce.

Mirémoslo de una manera más simple. Imaginemos que el planeta tiene 100 litros de agua, entonces solamente 750 mililitros de agua subterránea y 7 mililitros en los ríos y lagos superficiales, constituirían toda el agua dulce para la vida terrestre y la humanidad. Es como decir, que solo se disponen de tres vasos de agua. Ahora bien, cabe preguntarse ¿y de quién es el agua? ¿de los hombres y las mujeres que pueblan la tierra humanidad? Hay quien afirma que el dueño número uno del agua debería ser quien la produce, es decir, la naturaleza y sus ecosistemas. La humanidad es solo parte de ella.

A pesar de la variabilidad y continuo movimiento de las aguas, se ha calculado que su volumen está distribuido de la siguiente manera:

Toda la literatura coincide, que sin agua no sería posible la vida en el Planeta, pues este líquido es imprescindible para que los seres vivos (animales, plantas, microorganismos, algas y hongos) puedan nacer, desarrollarse y reproducirse. Por eso todos aceptamos la frase de que “el agua es vida”.

En el caso de nuestro país, “El agua constituye un patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la Vida”, según lo ha establecido en su Art. 15 la Constitución promulgada el 26 de enero del 2010, que hoy norma la vida del Estado y la Nación Dominicana y que por la forma como aborda los temas ambientales prácticamente puede ser considerarla como una “Constitución Ecológica”. Continuaremos con el tema.