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Brasilia, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, pidió hoy apoyo a movimientos sociales, juveniles y organizaciones de la sociedad civil para presionar al Congreso nacional a aprobar reformas políticas.

En un encuentro con 30 representantes de diversas agrupaciones, celebrado en el Palacio de Planalto (sede de la Presidencia), Rousseff afirmó que las movilizaciones y protestas constituyen una vía para presionar al órgano legislativo a realizar reformas políticas.

La evaluación de la mandatara es que sin la presión de la calle, el bloque del gobierno carece de poder suficiente para impulsar cambios en el cuerpo parlamentario, destacó Nana Queiroz, del grupo contra la violencia de mujer «No merezco ser violada».

Puntualizó que la dignataria comparó la necesidad de ejercer una fuerte presión por transformaciones políticas a la campaña del movimiento Directa Ya, que entre 1983 y 1984 demandó el derecho a elegir al presidente de Brasil mediante el voto directo.

«Ella dijo que no es una cuestión de simplemente de pluma (escribir), que la mayoría que respalda al gobierno en el Congreso no es una mayoría en todos los temas, y se necesita crear las condiciones adecuadas, con la presión de la calle para dar paso a las reformas», indicó Queiroz.

Tras las multitudinarias protestas de junio último, Rousseff sugirió realizar un plebiscito sobre una reforma política, pero fue rechazado por la mayoría en el órgano legislativo. La jefa de Estado prometió asimismo a los líderes juveniles que no firmará ley alguna que limite la libertad de manifestarse o protestar, ni enviará al Congreso proyecto alguno que incremente la represión de los movimientos sociales, destacó el presidente de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), Vic Barros.

Esta declaración es muy importante porque grupos juveniles negros y pobres sufren mucho castigo policial, indicó.

En este contexto, el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, y los líderes de la Cámara de Diputados, Henrique Eduardo Alves, y Senado, Renan Calheiros, acordaron impulsar una propuesta conjunta que castigue los actos de violencia y desmanes durante las movilizaciones.

Cardozo señaló que el Ejecutivo decidió apoyar una iniciativa legislativa que no inhibe las protestas en las calles, pero condena cualquier abuso con miras a lograr su aprobación antes de la Copa Mundial de Fútbol de junio próximo.

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