Víctor García

las inundaciones son el fenómeno que genera más daños económicos y sociales a nivel global, ya que más del 50% de desastres naturales en los que la población es afectada se debe a inundaciones, de acuerdo a Jonkman Huang, experto en el tema. Las estadísticas resultantes del estudio desarrollado por La Red de Estudios Sociales en Prevención de Desastres en América Latina (La Red) para el BID en base a los registros del periodo 1966-2000, dice este estudio, que las inundaciones constituyen uno de los mayores y más regulares desastres naturales en República Dominicana.
El tema de las inundaciones en el país es complejo por ser multifactorial. Variables importantes de las que determinan la vulnerabilidad están presentes en nuestras provincias y ciudades, como la pobreza, la marginación e inequidad social, la degradación medioambiental, la sobre sedimentación de los cauces de los ríos y la escasa vinculación de la ciudadanía en la gestión del riesgo.
Esa sobre sedimentación de los cauces, debido a la alta tasa de erosión de las cuencas, causada por la desforestación y la falta de ordenamiento de la agricultura, representa un alto riesgo, ante fenómenos hidrometeorológicos, para los asentamientos humanos, la agricultura e infraestructuras. Las costas y playas también se ven severamente afectadas por esta causa, estimándose que un 80% de los sedimentos transportados por el flujo de los ríos son almacenados en las playas y aguas marinas someras. Además, ese exceso de sedimentos reduce la capacidad de los cauces de los ríos para recibir los caudales producto de las lluvias, trayendo como consecuencias su desbordamiento e inundaciones, aún con precipitaciones moderadas.
Mundialmente existen corrientes de pensamiento en desacuerdo con la canalización de los cauces de ríos y de las infraestructuras que con diversos propósitos se construyen en ellos. En el caso de la canalización se aduce que esta actividad provoca impactos negativos como la interrupción de los hábitats de los peces debido a la eliminación de los charcos, rápidos e irregularidades del lecho, aumento de la temperatura del agua al limpiar la vegetación que se encuentra en la corriente o en las orillas, que se producen mayores problemas de erosión y sedimentación, entre otros. En cuanto a las infraestructuras, como presas, diques, etc., la oposición se fundamenta en que estas obras provocan la diversificación y fragmentación de los cauces.
Los impactos positivos, así como los negativos de la canalización de los ríos deben ser vistos en un contexto individual para los países, donde la decisión que tenga que adoptar sea la que le representa los mayores beneficios dentro de una visión de desarrollo sostenible. En la República Dominicana la canalización de los ríos es una necesidad ambiental, económica y social que bien pude ser asumida como política de Estado.
Canalizar un río no es remover sus sedimentos, sino que esto tiene que responder a estudios y diseños que consideren las distintas variables dentro de una visión integral, con énfasis en conceptos hidráulicos. Asegurar que se haga una selección cuidadosa de las opciones de ingeniería en la etapa de planificación, tener en cuenta la magnitud de la modificación o mantenimiento de los canales, la implementación de medidas de atenuación después de la fase de canalización, conservar la mayor cantidad posible de los meandros y otras.