Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Estados Unidos envió un buque de guerra al mar Negro, informó hoy el departamento de Defensa, como una eventual medida de presión contra Rusia en medio de la tensa situación por los acontecimientos en Ucrania.
La nave debe arribar a la zona la semana próxima, aseguró el coronel Steven Warren, portavoz del Pentágono, quien evitó revelar el nombre o tipo de embarcación «por cuestiones de seguridad».
Al parecer se trata del destructor coheteril USS Donald Cook, de acuerdo con un reporte de la sede del alto mando militar estadounidense que, hace una semana, anunció que dicho buque se desplazaría en próximos días desde la base naval de Rota, España, hacia el mar Negro.
Otro destructor, el USS Truxtun salió del mar Negro el 21 de marzo pasado, donde se encontraba desde principios de mes en la realización de ejercicios navales con Bulgaria y Rumania.
Washington desplegó en las últimas semanas aviones de combate F-16, F-15 y aeronaves cisterna KC-135 para incrementar las misiones de patrullaje en las cercanías de las fronteras de naciones de Europa Oriental con Rusia.
El secretario de Defensa norteamericano, Charles Hagel, explicó días atrás en una entrevista con la cadena noticiosa Bloomberg que Washington estudia incrementar sus unidades en el viejo continente con una brigada del Ejército, ante el agravamiento del conflicto en Ucrania.
De igual forma, indicó el traslado de 175 infantes de Marina a Rumania, con el fin de reforzar los más de 300 efectivos desplegados en la instalación militar Mijail Kogalniceanu, denominada base aérea MK por el mando castrense norteamericano.
Los movimientos de efectivos y unidades navales se suman al conjunto de medidas punitivas dispuestas por Washington contra Moscú.
Hace unos días, la administración del presidente Barack Obama amplió a casi una treintena la lista de ciudadanos rusos sujetos a penalizaciones, entre quienes se incluyen políticos, funcionarios, empresarios y compañías como Gazprom y el banco Rossia.
Las sanciones están motivadas por la decisión del presidente Vladimir Putin de apoyar los resultados del plebiscito celebrado en Crimea, en el que más del 97 por ciento de los ciudadanos de la otrora república autónoma ucraniana decidieron adherirse a Rusia.