Esta Semana Santa, los residentes en el Gran Santo Domingo que no viajarán en el prolongado asueto, tienen la oportunidad de disfrutar del más amplio esparcimiento, sin ningún riesgo, en el Parque Nacional Mirador del Norte.
Con su extraordinaria belleza natural, lago artificial, restaurant, piscinas, áreas de juegos deportivos y de salón, el lugar también ofrece a sus visitantes múltiples espacios para la reunión de grupos familiares y religiosos que disfrutan las bondades de la naturaleza.
El administrador general, licenciado Reynaldo Soriano, invita a los residentes del Gran Santo Domingo y zonas aledañas, para que en estos días de asueto con motivo de la Semana Mayor acudan a conocer esta belleza natural que nos ha regalado Dios.
“Aquí podrán encontrar o traer sus bicicletas, pueden montar caballos, volar chichiguas, bañarse en las piscinas, jugar baloncesto y disfrutar de muchísimas otras atracciones, sin exponerse a los riesgos de las carreteras y autopistas y balnearios peligrosos”, dijo Soriano.
Ubicado en la margen norte del Río Isabela, el Parque Nacional Mirador del Norte tiene acceso por la avenida Hermanas Mirabal, al cruzar el puente que conduce a Villa Mella; o por la avenida Jacobo Majluta, tras cruzar el puente del mismo nombre.
“Estamos a un metro de cualquier parte –expresó Soriano- porque la estación Hermanas Mirabal del Metro de Santo de Santo Domingo, está precisamente colindante con el Parque Nacional Mirador del Norte”.
Esa conveniente situación, le permite a cualquier familia trasladarse fácilmente al sitio de esparcimiento, como ha ocurrido para esta época desde hace años, tras las instalaciones ser reacondicionadas bajo la administración de Soriano.
Acudir a este parque es como hacer turismo de montaña sin salir de la ciudad, porque allí están dadas las condiciones para montear, navegar en botes, o bien dejar a los niños que aprovechen las variadas áreas infantiles con toboganes, columpios y otros juegos, considera el funcionario.
Además, allí se ofrece comida de primera calidad, en el restaurant La Cotorra, con buffet a precios módicos, y los menores hasta doce años pagando sólo la mitad de los precios.
El Parque Nacional Mirador del Norte se extiende desde la avenida Hermanas Mirabal hasta la avenida Jacobo Majluta, y allí acuden muchas familias que no salen de la ciudad durante el asueto de Semana Santa, para compartir juegos de dominó, ajedrez, baloncesto y otros.
En el lago La Yaguaza, grandes y chicos pasean en botes, y disfrutan de competencias de canotaje y de pedalones en ambiente de confraternidad y alegría.
Algunos grupos religiosos aprovechan para propiciar retiros sin interrupción alguna y otras actividades de recogimiento en cualquiera de las colinas del Parque.
“También hay gente que cocina la comida en su casa y vienen a comerla aquí tirados en las gramas, bajos los árboles, y traen sus propios juegos, declaró el administrador del Parque Nacional Mirador del Norte.
El parque está abierto desde las 8:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde, y tiene seis puertas de acceso para acudir a las distintas atracciones.