Madrid, 23 abr (PL) La escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska recibió hoy el Premio Cervantes, considerado el más relevante de las letras hispanas, con un alegato de defensa a las mujeres y los pobres de la Tierra.
La intelectual y periodista, de 82 años de edad y con más de 40 novelas, cuentos y ensayos, es la cuarta mujer que recibe el galardón desde su instauración en 1976.
Antes fue otorgado a María Zambrano (España), Dulce María Loynaz (Cuba) y Ana María Matute (España).
En su discurso, recordó al también escritor y periodista Gabriel García Márquez, recién fallecido, y de quien dijo que antes de él éramos los condenados de la Tierra.
Pero con sus Cien años de soledad -expresó- le dio alas a América Latina y ese vuelo hoy nos envuelve, levanta y hace que nos crezcan flores en la cabeza.
Ataviada con un vestido amarillo y rojo elaborado por mujeres de Oaxaca, Poniatowska dedicó también parte de su discurso a defender los derechos de mujeres y pobres de América Latina.
Asimismo, resaltó la figura de la monja mexicana Sor Juana Inés de la Cruz. Una religiosa, dijo, que al observar un eclipse lunar ensayó una explicación del origen del universo en 975 versos de su poema Primero Sueño.
Poniatowsa se autodefinió como una Sancho Panza femenina, una escritora que no puede hablar de molinos de viento porque ya no los hay y lo hace de andariegos comunes y corrientes que duermen a la buenaventura y confían en una cronista impulsiva que retiene lo que le cuentan.
Presos, dolientes, estudiantes caminan al lado de esta reportera -dijo- que busca como pedía Maria Zambrano ir mas allá de la propia vida, estar en las otras vidas.
La intelectual latinoamericana afirmó que aunque el poder financiero manda en México y el mundo y quienes lo resisten montados en Rocinante y seguidos por Sancho son cada vez menos, le enorgullece caminar al lado de los ilusos y los destartalados.
Soy , expresó, una evangelista después de Cristo que pertenezco a México y una vida nacional que se escribe y se borra todos los días porque las hojas de papel duran un día, se las lleva el viento, terminan en la basura o son empolvadas en las hemerotecas. A diferencia de Frida Khalo, quien dijo esperar alegre la salida y no volver jamás, Poniatowska afirmó que espera volver, volver, volver y ese es el sentido que ha querido darle a sus 82 años.
Pretendo subir el cielo y regresar con Cervantes de la mano como un escudero femenino para dar premios a los jóvenes, afirmó.
La ceremonia, durante la cual recibió el premio de manos del rey Juan Carlos, se realizó en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, ciudad donde nació Miguel de Cervantes en 1547.
En declaraciones previas a reporteros Poniatowska informó que entregará la dotación del premio de 125 mil euros a una fundación para el fomento de la cultura en México.