Opinión

Un fantasma recorrió el país en 2012: el fantasma del déficit de Leonel Fernández. Al momento de la entrega del poder el pasado 16 de agosto de 2012 por parte del Presidente Fernández al Presidente Danilo Medina, el primero salió del mando presidencial con una popularidad por encima del 60%. Sin embargo, no habiendo pasado un mes de su entrega del poder a su compañero de partido, comenzó a tejerse una campaña que inexplicablemente sus primeros expositores fueron funcionarios del gobierno actual y que habían ocupado posiciones muy altas en el gabinete económico del Presidente Fernández.

Según esas versiones, el gobierno del Presidente Fernández había dispendiado el presupuesto público en 2012, no así en los siete años que le precedieron. Supuestamente al momento de su salida había dejado un déficit de 187,000 millones de pesos, que equivalía al 8.0% del Producto Interno Bruto. En una comunicación de fecha 22 de noviembre, enviada por el dirigente de Participación Ciudadana, Francisco Álvarez Valdez, en su condición de Coordinador de la Comisión Técnica (CT) que creó el Consejo Económico y Social, al Presidente de dicho Consejo, Monseñor Agripino Núñez Collado, en el marco de las discusiones para un pacto fiscal, el Señor Álvarez Valdez dijo: “El Gabinete Económico del Gobierno, en sus primeras estimaciones, establece un déficit del Gobierno Central, al cierre del 2012 ascendente a RD$155 mil 946 millones, equivalente al 6.8% del Producto Interno Bruto (PIB). Cuando se agrega el déficit de las entidades descentralizadas y del Banco Central, el déficit proyectado sube a RD$187 mil 000 millones, equivalente a 8 % del PIB para el Sector Público Consolidado, lo que ha sido reconocido por el ex presidente Leonel Fernández en su discurso de fecha 13 de noviembre de 2012. Importa señalar, sin embargo, que en su reciente revisión de la economía dominicana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo sitúa en 8.5% del PIB”.

Es decir, que según el Gobierno Central, a través del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, el Banco Central e incluso el mismo Fondo Monetario Internacional, la desviación de la meta presupuestaria fue más de los RD$187,000 millones (8.% del PIB) sino que llegaría a 8.5%. En el documento de “la Comisión Técnica del CES” se afirma, que: “Lo cierto es que, en adición al significativo aumento verificado en el gasto corriente, la principal causa del déficit tiene que ver con el desmesurado incremento del gasto de capital, admitido por el propio Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, tanto del gobierno saliente como del entrante, Lic. Temístocles Montás en una entrevista publicada por Diario Libre en su edición del 15 de octubre de 2012, con estas palabras: “la cantidad de obras que el presidente Leonel Fernández entendía que debía terminar antes de irse del poder, lo que expandió el gasto en la administración pública en mas de un 2% del PIB, ya que al final de junio el déficit era por lo menos de 3.3% del PIB, y se aceleró con las obras que ser terminaron”.

Pero cabría preguntarse ¿Por qué el Consejo Económico y Social integra una “Comisión Técnica” encabezada no solamente por un abogado penalista a quien no se le conocen estudios en economía ni inclinaciones por esa disciplina, sino principalmente por ser dirigente de una organización como Participación Ciudadana, que había orquestado una feroz campaña contra el Presidente Fernández y que sirvió de plataforma ideológica y política al principal candidato que terció contra el Presidente Danilo Medina y el PLD, el agrónomo del PPH/PRD Hipólito Mejía? ¿Por qué no se confió este informe a una comisión de economistas y cientistas sociales?

El Señor Álvarez no sólo firmó un documento que como veremos está lleno de falsedades, sino que sacó como conclusión de ese informe al CES sobre las causas y el monto del déficit de 2012 –que no había concluido-, recomendaciones cargadas con un revanchismo notable: que los responsables deben ser penalmente acusados y pasibles de penas de dos a seis años de reclusión.

Una pregunta que viene al caso sería, ¿Cómo en cifras de ocho meses se puede proyectar un déficit de doce meses? Pero veamos cual fue la realidad de los hechos. En un informe de la misión del Fondo Monetario Internacional del 4 al 14 de marzo de 2014, se afirma que el déficit consolidado del sector público total del año 2012 fue 6.6% del PIB.

Según los datos del propio FMI y del Banco Central, el déficit total fue RD$129,041 millones. Nada que ver con los 187,000 que falsamente se aludieron en 2012 y que fueron la base de acusaciones y denuncias falsas contra el ex Presidente de la República. Si lo llevamos por trimestre, en los tres primeros trimestres, que casi coinciden con la salida del Presidente Fernández, el déficit fue de RD$114,593 millones. En el mensaje que envía el Presidente Medina al Congreso para conocer el presupuesto de 2013, afirma que el déficit del gobierno central de 2012 fue de un 5.2%. ¿Y entonces?

En ese mismo período, y en medio de una enorme crisis económica internacional, el crecimiento del PIB se mantuvo por encima del 5% del PIB, mientras las economías de América Latina y El Caribe se veían afectadas por el retroceso de las economías desarrolladas, y en Europa y América del Norte cundía el pánico y el retroceso económico. El efecto de llevarse de las recetas del FMI y de sus partidarios en el equipo económico del país tuvo como efecto una fuerte caída del crecimiento económico en el último trimestre de 2012 y el primer trimestre de 2013, que el crecimiento del PIB fue de apenas un 0.1%. ¿Eso era lo que se buscaba? ¿Se pretendía que la administración del Presidente Medina cayera en una parálisis económica y que se elevara el desempleo y la quiebra de empresas? ¿Por qué esos voceros de organismos tendenciados se les olvida que el déficit fiscal de 2003, en el gobierno de Hipólito Mejía fue de 9.1% del PIB, que la inflación llegó al 60% y la devaluación del peso llevó a la quiebra y la pobreza a millones de dominicanos? ¿O será que el responsable de esos desaciertos económicos y políticos no es Hipólito Mejía y su gabinete económico sino “los banqueros que se robaron 155 mil millones”?

Hoy, cuando podemos ver con números y hechos aquellos aciagos momentos del ultimo trimestre de 2012, cuando se quiso crucificar a Presidente Fernández, nos damos cuenta que la intención era múltiple: primero destruir la imagen del Presidente Fernández para inhabilitar a un hombre de 58 años, que con una experiencia de Estado única y un liderazgo indiscutible pudiera ser una reserva del país y de su partido; segundo, alejar y destruir los lazos entre el Presidente Fernández y el Presidente Medina, las dos figuras cimeras del partido legado por Juan Bosch a la nación y, tercero, destruir la unidad del PLD, como principal partido del país para entregar dicho poder a determinados sectores la oligarquía dominicana y a intereses externos.

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