Haivanjoe NG Cortiñas

En economía es difícil, por no decir imposible, abordar un tema sin incluir una o más variables económicas, especialmente cuando se procura sustentar cualquier planteamiento, pues resulta que es como la evidencia que se presenta para afirmar o negar una valoración, revisión o análisis.
Las variables económicas se definen y se cuantifican. En lo conceptual la definición además de determinar el significado, delimita temáticamente lo que se analiza, y al asumir valor adquiere la categoría de variable, misma que como magnitud puede asumir distintos valores en el tiempo y el espacio.
Sin importar el nivel de desarrollo, las sociedades por ser tales se mueven, entre otras razones, por interés político, en este accionar los actores le otorgan valor político a aquellas variables económicas que por representar aspiraciones, intereses, situaciones y niveles, pueden obtener provecho de los ciudadanos en términos de simpatías o adhesión, pretendiendo influir en sus conductas, especialmente en época de campaña. Por asunto de especio veamos solo cuatro casos:
Cuando el Banco Central anuncia que el Producto Interno Bruto (PIB) ha crecido en un determinado por ciento, políticos y economistas con sello político casi siempre declaran que la economía no creció en ese porcentaje, pues ni al pueblo ni a ellos le ha llegado ese crecimiento del PIB.
Cuando una economía crece en un determinado nivel no quiere decir que todos los sectores económicos han crecido en igual magnitud, es más algunos pueden hasta decrecer, y es probable que usted labore precisamente en el sector que no ha crecido y por eso también tu situación no ha mejorado; e incluso, la persona hasta puede estar trabajando en uno de los sectores que ha manifestado crecimiento, pero podría darse el caso que ese crecimiento está concentrado en algunas actividades específicas de ese sector y usted no forma parte de ella; y más aún, podría ser que aun formando parte del sector o actividad donde se produjo el crecimiento, el mismo a usted no lo ha alcanzado por lo concentrado que estuvo en los que perciben mayores niveles de ingreso de ese sector. Sin embargo, eso no descalifica que el PIB haya crecido como se anunció.
La tasa de tasa de interés bancaria es otra variable económica que al informarse una baja en la tasa, muchos políticos dicen pero el banco no la ha bajado a la gente que conozco, y ciertamente puede que eso ocurra. Al producirse esa situación podría darse el caso que el historial de crédito, o bien la capacidad de pago no sea la más adecuada para mitigar la exposición al riesgo y por eso el banco no traspasa la disminución de la tasa; o bien su propio banco puede presentar indicadores de desempeño inferiores al de la competencia y se vea imposibilitado a no bajar su tasa y tomarle más tiempo que a otros. Tampoco ese escenario invalida la tasa de interés haya disminuido.
Algo similar ocurre en el tratamiento del variable déficit fiscal, que en general de es presentado como una práctica negativa en el manejo de las finanzas públicas.
Es difícil encontrar un país en el mundo que maneje su presupuesto sin financiamiento interno o externo, o ambos a la vez, esto es, sin acudir al endeudamiento, pues normalmente los ingresos corrientes del fisco no son suficientes.
De ahí que el financiamiento es un recurso lícito cuando se cuidan los aspectos institucionales de autorización, y conveniente cuando se utiliza como un medio complementario para cubrir las necesidades de recursos económicos.
Igual valor político se le da a la inflación, mucha gente considera que el nivel en que se han movido los precios no refleja lo que paga en los distintos establecimientos comerciales y afirman yo pago precios más alto que lo dice la inflación y ciertamente así ocurre en la realidad, pero eso tiene una explicación.
Resulta que la inflación solo refleja la variación de los precios en un periodo determinado, un mes, un año, etc.; mientras que los precios que pagamos por los artículos y servicios que compramos es una acumulación de precios de todo el tiempo.
La tasa de inflación equivale al año que cumplimos cada 365 días, y el precio que pagamos por lo que compramos es como la edad que tenemos cada uno de nosotros, es decir, cada año cumplimos un año más, pero la suma de esos años, que es la edad que tenemos, es como el precio que pagamos al comprar los bienes.
El valor político no solo le acontece a las variables PIB, tasa de interés bancaria, inflación y déficit fiscal, le ocurre también a muchas otras como la presión tributaria, el salario, etc., la diferencia hoy día respecto a su tratamiento público en el pasado, es que en su origen la economía era economía política, hoy es más matemática, a no ser que el papel de los economistas de antes ahora lo asuman aquellos economistas que al ser políticos en forma simultánea, le asignan valor político a las variables netamente económicas y se sumen a los políticos de profesión, también en procura de votos.