Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Las acciones administrativas del presidente Barack Obama para suavizar el trato a millones de inmigrantes sin papeles en Estados Unidos causan malestar en las filas republicanas, comentan hoy medios de prensa.
El diario digital The Hill destaca que el gobierno se movió en los últimos días para mejorar el acceso de los inmigrantes indocumentados a la educación y aflojar las restricciones de visado para algunos trabajadores extranjeros.
Al respecto, el senador Sheldon Whitehouse, demócrata por Rhode Island, opinó que ante el estancamiento de los republicanos de la Cámara, Obama no tiene otra opción.
En el lado contrario, el senador republicano Charles Grassley protestó ante el pleno del Senado esta semana por el uso que hace el gobernante de la acción administrativa en este tema, algo que según dijo pudiera entorpecer los esfuerzo legislativo, aunque los republicanos vacilan en legislar sobre el problema.
El gobierno de Obama afirma que quiere una reforma migratoria, pero no puede esperar a que el Congreso se pronuncie, señaló el senador quien estimó que la aplicación de los poderes presidenciales va contra la ley y no son de utilidad para el proceso.
Él hace daño a la oportunidad de conseguir una ley de inmigración a través de la Cámara de Representantes este año, indicó Grassley.
En la actualidad el gobierno ejecuta una revisión de la política de deportaciones a través del secretario de Seguridad Interior Jeh Jonson, lo que pudiera resultar en un movimiento administrativo para reducir las deportaciones, cuyo número bajo Obama marcó record histórico.
Este jueves por decisión del mandatario se emitió una nueva orden que plantea que las escuelas públicas no pueden exigir a los estudiantes o sus padres los números de Seguro Social, certificados de nacimiento u otra documentación que muestre el estado de ciudadanía como condición de inscripción.
Asimismo la Casa Blanca se pronunció por aliviar las restricciones que enfrentan ciertos trabajadores extranjeros empleados en el país.
Los republicanos en la Cámara baja se niegan a considerar una reforma migratoria como la aprobada por el Senado en 2013, lo cual, según analistas, puede alejar más el voto latino y tener efectos negativos para la aspiración del llamado partido rojo de retomar la Casa Blanca en 2016.