Ginebra, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El primer informe global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acerca de la resistencia a los antimicrobianos, y en particular a los antibióticos, es una grave amenaza en todo el planeta.
De acuerdo con el doctor Keiji Fukuda, subdirector general de la OMS para Seguridad Sanitaria, el mundo está abocado a una era postantibióticos en la que infecciones comunes y lesiones menores tratables durante decenios volverán a ser potencialmente mortales.
El reporte, titulado Resistencia a los antimicrobianos: informe mundial sobre la vigilancia, señala que la resistencia afecta a muchos agentes infecciosos distintos, pero se centra en la resistencia a los antibióticos en siete bacterias responsables de infecciones comunes graves, como septicemia, diarrea, neumonía, infecciones urinarias y gonorrea.
Según el documento de la OMS, basado en datos de 114 países, hay una resistencia a los antibióticos, especialmente a los utilizados como último recurso en todas las regiones del mundo.
La resistencia a las fluoroquinolonas, una de las clases de fármacos antibacterianos más utilizadas en el tratamiento de infecciones urinarias por E. coli, está muy extendida. Son muchas partes del mundo donde este tratamiento es ineficaz en más de la mitad de los pacientes.
En Austria, Australia, Canadá, Eslovenia, Francia, Japón, Noruega, Reino Unido, Sudáfrica y Suecia fracasa el tratamiento de la gonorrea con cefalosporinas de tercera generación, último recurso terapéutico de una afección que contraen diariamente más de un millón de personas.
La resistencia a los antibióticos prolonga la duración de las enfermedades y aumenta el riesgo de muerte. Se calcula que los infectados por Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina tienen una probabilidad de morir 64 por ciento mayor que las infectadas por cepas no resistentes.
Esta resistencia aumenta además el costo de la atención sanitaria, pues alarga las estancias en el hospital y requiere más cuidados intensivos.
El informe incluye información sobre la resistencia a fármacos para tratar infecciones, como VIH/sida, paludismo, tuberculosis y gripe.
En las Américas hay una elevada resistencia de E. coli a las cefalosporinas de tercera generación y a las fluoroquinolonas, dos clases muy utilizadas de fármacos antibacterianos.