Bridgetown, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El gobierno de Barbados prevé la realización de varios paneles y conferencias para presentar a la población los argumentos de la demanda que harán los pueblos del Caribe a Europa por los crímenes de la esclavitud.
Según informó el comité nacional que atiende este tema, los talleres buscan sensibilizar a la población con las bases éticas y legales de la solicitud de compensación por los efectos negativos del colonialismo.
Varios grupos de intelectuales, juristas, historiadores y especialistas de la sociedad civil de todo el Caribe trabajan desde hace meses en los documentos probatorios de la demanda.
En fechas recientes, el Comité Ministerial de Reparaciones de la Comunidad del Caribe (Caricom) comentó que se puso en marcha también un grupo de trabajo sobre el tema, que será llevado a la agenda internacional a partir del debate en Naciones Unidas.
La Caricom aprobó un plan de 10 puntos para reclamar a los gobiernos de Reino Unido, España, Francia, Portugal y los Países Bajos una compensación adecuada por la esclavitud y el genocidio perpetrados contra los pueblos originarios y los africanos traídos a esta región del mundo.
El organismo regional celebró en septiembre pasado una reunión conjunta en San Vicente y las Granadinas para debatir la estrategia a seguir para reclamar dicha compensación.
La demanda obedeció a un acuerdo de la cumbre del ente celebrada en Puerto España en julio 2013, en la que los líderes regionales acordaron establecer comisiones de reparación en cada uno de los 15 países miembros del bloque.
Aunque la cifra es debatida, se estima que alrededor de 12 millones de personas fueron secuestrados en la costa occidental de África y transportadas en barcos negreros europeos hacia las colonias de América, entre los siglos XVI y XVIII, donde fueron sometidos a vejaciones y trabajos forzados.
A la Caricom la representa legalmente en su disputa la renombrada firma legal británica Leigh Day & Co, la cual logró en 2013 que Reino Unido reconociese haber torturado a más de cinco mil rebeldes de una guerrilla keniana en la década de 1950.