Beirut, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El primer ministro Tammam Salam recibió el miércoles al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien llegó a El Líbano en medio de fuertes medidas de seguridad y un sinfín de interrogantes sobre las razones del viaje.
Tammam dialogó con Kerry en la sede ejecutiva del Grand Serail de Beirut, mientras las calles del centro capitalino adyacentes a ese edificio permanecían bajo medidas de seguridad mucho más rigurosas de lo habitual, y helicópteros militares sobrevolaron los alrededores.
Líderes de partidos políticos, analistas y comentaristas en los principales medios noticiosos elucubraron escenarios sobre los móviles de la visita de apenas cuatro horas en un día en que el canciller libanés, Gebran Bassil, asiste en China a un foro de cooperación sino-árabe.
Aunque se había filtrado que llegaría este miércoles al país a bordo de un jet privado, los medios de prensa reseñaron que «todo el mundo está sorprendido por el anuncio de la visita», de la cual el canciller Bassil tuvo conocimiento horas antes, según el cotidiano en francés L´Orient-Le Jour.
Fuentes diplomáticas libanesas interpretaron la breve estancia de Kerry como una forma de expresar apoyo a El Líbano en circunstancias particularmente delicadas por el vacío presidencial.
Además, se especuló que el jefe de la diplomacia norteamericana abordará con su interlocutor la reciente elección presidencial en Siria y las repercusiones que la crisis en aquella nación árabe tiene para Beirut.
«Es una visita importante, tomando en cuenta el lugar que ocupa El Líbano dentro de la estrategia política norteamericana, y que es la primera que realiza Kerry a Beirut después de asumir el mando del Departamento de Estado», apuntó el mencionado periódico.
Asimismo, aludió a suspicacias de un ministro afiliado al bloque pro-occidental 14 de Marzo, quien se preguntó por qué vino en este preciso momento, si fue para alentar a El Líbano a seguir sin presidente o, por el contrario, para presionar a los partidos a elegir al sucesor de Michel Sleiman.
L´Orient-Le Jour así como medios digitales se cuestionaron igualmente por qué Kerry no vino a Beirut antes de que acabara la gestión de Sleiman el 25 de mayo, y dejan en suspenso si hoy fue o no portador de nuevas ideas, de soluciones para sortear la crisis o si se presentó como el salvador.
Dudas aparte, todas las fuentes coinciden en que, en tanto miembro de peso del Grupo Internacional de Apoyo a El Líbano, Estados Unidos procura preservar la estabilidad política y la seguridad del país ante lo que algunos aliados de Washington describieron como «pleno tsunami sirio».
Además, creen que abogó por «inmunizar» al país contra las repercusiones de la crisis siria, la reelección de Bashar Al-Assad y el tema de los refugiados a raíz de la visita que concluyó ayer aquí el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, sin olvidar el respaldo al Ejército libanés.
El Pentágono suministra una ayuda militar significativa a las Fuerzas Armadas Libanesas bajo el argumento de contribuir a su preparación y a la alegada lucha contra el terrorismo, y Kerry seguramente no titubeó al recordarlo a Salam, ironizaron analistas.