Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La Casa Blanca valora la realización de ataques aéreos contra los insurgentes en Iraq pero su ejecución demoraría por falta de datos precisos sobre los objetivos a batir, señala hoy el diario The New York Times.
Esa operación, con el probable empleo de aviones teledirigidos (drones), puede ser prolongada, aunque mucho más limitada que la campaña durante la guerra en Iraq en 2003, debido al número relativamente pequeño de insurgentes y su alto grado de dispersión en el territorio.
Su inicio depende de que los servicios de espionaje estadounidenses obtengan la información que necesitan acerca de los blancos del Ejército Islámico de Iraq y el Levante (ISLL) que deben ser destruídos.
Los insurgentes no utilizan uniformes, ni descansan en cuarteles, en ocasiones trasladan sus fuerzas y medios en caravanas de camiones y automóviles de diferentes tipos, pero estas no pueden apreciarse con suficiente claridad como para ser atacadas por la aviación y los cohetes, afirma el periódico.
Sin embargo, el jefe de la Casa Blanca mantiene en mente la posibilidad de realizar una campaña aérea «altamente selectiva», similar a las acciones antiterroristas que se realizan en Yemen y Pakistán.
El gobernante tiene previsto informar este miércoles a los principales líderes del Congreso acerca de las probables medidas a tomar para ayudar al gobierno de Bagdad a contrarrestar la ofensiva del ISLL, que ocupó varias ciudades y continúa su avance hacia la capital del país árabe.
El buque anfibio USS Mesa Verde (LPD-19) con más de 500 marines a bordo, arribó este lunes al Golfo Pérsico, área donde también está el portaaviones USS George H.W. Bush con un centenar de aviones de combate.
Este último está escoltado por el crucero USS Philippine Sea y el destructor USS Truxtun, ambos equipados con sistemas de cohetes Tomahawk de largo alcance.