Fútbol

BELO HORIZONTE, Brasil. (Servicios especiales Vanguardia del Pueblo). Lionel Messi asumió por completo el rol de líder de Argentina y puso en aprietos al técnico Alejandro Sabella al marcarle la estrategia que debe usar para los próximos partidos de la Copa Mundial.

Gran dilema para Sabella: o el equipo juega como él quiere, con un sistema defensivo, o le hace caso al fenomenal jugador que clama por un planteo más atrevido y que a punto de cumplir 27 años ya no es aquel joven que buscaba pasar inadvertido.

Ahora es el señor Messi, el capitán del equipo; aquel que imanta multitudes con su zurda, que ahora se hace escuchar dentro y fuera de la cancha sin perder el respeto, aunque quizás sí la prudencia.

Cualquiera fuese la decisión del entrenador, y aunque el tema no llegue a ser un conflicto, quedó demostrado que Messi y Sabella marchan en lo táctico por senderos opuestos, aunque muy difícilmente en lo personal el tema llegue a mayores.

Sabella hizo y hace todo lo posible para que Messi se sienta protegido como nunca en la selección, y dio sobrada muestra de ello cuando dejó de lado a un goleador de la talla de Carlos Tevez, de quien se dice que tiene muy poca afinidad con la «Pulga» y otros compañeros.

Si Messi le hubiese planteado a Sabella su postura a solas, el tema quizás no habría tenido trascendencia. Pero Messi, con su habitual rostro sereno, lo hizo público en una reunión de prensa el lunes, un día después del triunfo 2-1 de Argentina sobre Bosnia en Río de Janeiro en la inauguración del Grupo F, cuando el delantero del Barcelona estampó la segunda diana entre corridas y gambetas.

Hombre de hablar lo justo, Sabella dio a entender después del partido que se equivocó con el planteo defensivo en la primera parte y que en el complemento enderezó el rumbo con una estrategia más audaz.

Si Sabella se rectificó, ¿por qué un día después Messi le delimitó la cancha a Sabella?

Al parecer, fue el propio técnico quien le habría pedido a Messi que fuese a la habitual reunión de prensa —lo hizo junto con el lateral Marcos Rojo— para ponerle paños fríos el tema. Pero el cuatro veces mejor del mundo le puso vapor a los paños.

El diario argentino La Nación afirma el miércoles que tras el primer tiempo ante Bosnia «todos (los jugadores argentinos) se fueron enojados al vestuario y con palabras fuertes lanzadas al aire. Por unos instantes, el recinto en el Maracaná fue puro silencio. Hasta que se alzó una voz y se sumaron varios. Entonces se lanzó la propuesta: ‘Alejandro, volvamos a los cuatro de arriba, porque así no tenemos juego'».

Algo que Sabella aceptó, pero que pudo haber resquebrajado la armonía del grupo cuando Messi insistió con un tema que parecía superado y que pudo haber resquebrajado la armonía del grupo.

El arquero suplente Mariano Andújar pidió el miércoles «no buscar cosas donde no las hay» a modo de desmentida sobre los rumores de mala convivencia en el plantel, luego que Messi expresara su preferencia táctica opuesta a la de Sabella.

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