Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Legisladores estadounidenses exigieron al gobierno del presidente Barack Obama tomar acciones urgentes para frenar la avalancha de niños y adolescentes indocumentados que llegan al país desde México y Centroamérica.
El senador republicano John Cornyn y el representante demócrata Henry Cuellar, ambos por el estado de Texas, exigieron en una carta al secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, ofrecer respuestas claras sobre la llegada de más de 47 mil menores solos a la frontera sur del país.
En la misiva, Cornyn y Cuellar preguntan qué ocurre con los niños y jóvenes luego de llegar a los centros de detención de la Patrulla Fronteriza, tras su arresto.
De igual forma indagaron si las distintas agencias gubernamentales comparten información sobre el destino de los menores, cuando pasen al cuidado de un familiar o tutor a la espera de que se resuelva su caso de deportación.
Por su parte, el congresista demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez, manifestó que los adultos de ambos lados de la frontera están fallando cuando niños sienten que no tienen otra manera de sobrevivir que arriesgar sus vidas para cruzar miles de kilómetros.
En el Congreso somos muy rápidos a la hora de señalar con el dedo a los culpables, sobre todo durante un año electoral, pero debemos aceptar que tenemos algo de responsabilidad en este fenómeno, consideró Gutiérrez durante una intervención en la Cámara de Representantes.
El legislador exigió a la mayoría republicana en la Cámara baja acabar de avanzar en la discusión de una reforma integral de las leyes de inmigración y naturalización, antes del próximo receso veraniego, a inicios de julio.
En junio pasado, el Senado aprobó una iniciativa para avanzar en la entrega de la ciudadanía a más de 11 millones de personas sin papeles, proyecto que los conservadores se niegan a avalar por considerarlo una amnistía para quienes, indican, violaron las leyes.
Datos gubernamentales estiman que para el término del presente año fiscal, en septiembre, habrán cruzado la frontera alrededor de 90 mil menores, motivados entre aspectos por la situación de violencia, pobreza y proliferación de pandillas y cárteles de la droga en Centroamérica.
El fenómeno ha llevado al gobierno de Obama a calificarlo de crisis humanitaria urgente.
Para ello, la administración habilitó tres bases militares en Oklahoma, Texas y California donde los menores permanecen recluidos.
Recientes denuncias precisan que miles de niños indocumentados permanecen hacinados en celdas insalubres de la Policía Fronteriza estadounidense.
La mayoría de los adolescentes y niños en una estación de la Patrulla Fronteriza en Brownsville, Texas, están en celdas de concreto y duermen en el piso, ubicados en celdas malolientes hasta transferirlos a refugios, mostró este miércoles el diario Daily Mail.