Hablan los hechos

La cuenca atlántica afronta desde el primero de junio una temporada de huracanes que puede convertirse en la más tranquila en 30 años, debido al desarrollo del fenómeno de «El Niño» en el Pacífico, pero los expertos piden no bajar la guardia.

Los pronósticos para esta temporada ciclónica, que inició el primero de junio y concluye el 30 de noviembre, indican que nueve tormentas tropicales podrían afectar al territorio nacional, tres de las cuales podrían convertirse en huracán.

De esos tres ciclones tropicales, uno podría ser mayor (con categoría de tres a cinco), según la escala de Saffir-Simpson.

Según los modelos meteorológicos, se trata de una temporada con menos actividad de lo normal, ya que lo usual es que se formen unas doce tormentas nombradas, seis huracanes y tres huracanes mayores.

La directora de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), Gloria Ceballos, explica que esto se debe a la presencia del fenómeno El Niño durante el segundo semestre del año, lo que implicará un calentamiento de las aguas del océano Pacífico y un enfriamiento en el Atlántico Norte, lo que deriva en una disminución del número de tormentas.

Argumenta que la condición atmosférica esencial para que se produzca un ciclón tropical es que las aguas oceánicas sobrepasen los 26 grados Celsius y este año todo indica que las temperaturas del Atlántico estarán más frías de lo normal.

Afirma que para los meteorólogos no importa la cantidad de tormentas nombradas pronosticadas, ya que un solo evento podría ser fatal para el país. De ahí la importancia de que la población esté debidamente informada y tome las medidas preventivas de lugar.

“La población no puede dormirse en sus laureles pensando que este año vamos a tener una temporada menos activa de lo normal. La población siempre debe tener su plan de contingencia ante la llegada de la temporada ciclónica”, advierte.

Fenómeno

El año pasado se formaron doce tormentas tropicales, debido a la presencia de un fenómeno neutro, es decir, que no tuvo que ver con La Niña ni con El Niño, cuya incidencia hace que las temporadas sean más o menos activas de lo acostumbrado.

La directora de Onamet dice que en vista de que la temporada pasada sólo dos tormentas tropicales afectaron el país, los embalses y ríos no pudieron abastecerse de las lluvias que traen consigo estos fenómenos atmosféricos, lo que provocó la fuerte sequía que afectó el país desde noviembre hasta abril de este año.

CAASD lista

El director general de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), a Alejandro Montá, señala que esa institución se está preparada para hacerle frente a la temporada ciclónica que recién inicia, tomando las medidas de lugar para preservar la mayor cantidad de agua posible, cuidar los equipos de las inundaciones y mantener el servicio a la población.

Montás explicó que la CAASD tiene su plan de contingencia, con el personal debidamente preparado para hacerle frente a los efectos de la temporada ciclónica, ya que se prevé ocurran nueve ciclones y de esos tres podrían convertirse en huracán.

Edeeste

La Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste) ya puso en marcha su plan de contingencia para enfrentar los efectos de cualquier fenómeno natural que pueda afectar el servicio de electricidad en su área de concesión durante la temporada ciclónica 2014.

El plan incluye la poda de más de 1,200 kilómetros de árboles cercanos a las redes eléctricas, para evitar que se desplomen durante algún evento, el abastecimiento de materiales esenciales, como postes, cables y la disponibilidad de vehículos especializados que permitan restablecer el suministro de energía en las zonas afectadas en el menor tiempo posible.

NOAA y sus pronósticos

La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EEUU (NOAA) vaticinó una temporada ciclónica menos activa de lo normal, con la formación de entre 8 y 13 tormentas tropicales, de las cuales entre 3 y 6 llegarían a huracanes, y uno o dos de ellos de categoría mayor.

Todd Kimberlain, científico y especialista del Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en Miami, explica que «El Niño», que inhibe la formación de huracanes en el Atlántico y afecta la circulación atmosférica, se ha gestado ya en el Pacífico y «va a durar toda la temporada», por lo que se prevé una «actividad ciclónica reducida» en la cuenca atlántica.

El científico de la NOAA destacó lo inusual que resulta el registro de dos años consecutivos «tan tranquilos y de tan poca actividad ciclónica» como el de 2013 y el previsto para 2014, al tiempo que reconoció la incapacidad de los expertos para explicar en estos momentos con certeza las causas de este fenómeno.

Durante la pasada temporada de huracanes, que fue un «enigma» para los expertos, según la calificó Kimberlain, se formaron sólo dos huracanes, Humberto e Ingrid, ambos de categoría 1, el mismo número que en 1982, y ningún huracán de categoría mayor, cuando lo normal es que se formen al menos dos.

«Es muy raro tener dos años tan tranquilos. No sabemos qué quiere decir eso… quizá sea parte de un ciclo de una muy larga escala de tiempo, pero es difícil precisarlo».

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