Brasilia. Colombia enlazó por primera vez en su historia dos triunfos seguidos en un Mundial al derrotar por 2-1 a Costa de Marfil en Brasilia y quedó en inmejorables condiciones para avanzar a los octavos de final.
El ahora más líder del grupo C, con seis puntos, se impuso en un vibrante encuentro con tantos de James Rodríguez, que llega a dos, y el novato Juan Quintero, quien revolucionó el partido desde su ingreso poco después de comenzar el segundo tiempo.
En el debut, Colombia goleó por 3-0 a Grecia. El 2-1 además de histórico resulta significativo pues con el mismo resultado el hoy seleccionador de los Cafeteros derrotó en el Mundial de Alemania 2006 a los Elefantes cuando ocupaba el banco de Argentina.
En aquella ocasión, la Albiceleste se impuso con goles de Hernán Crespo y Javier Saviola y recortó Didier Drogba, quien entró como refuerzo de caballería cuando más apretaban los colombianos.
Colombia resolvió en apenas seis minutos, en el 64 y el 70. Y Gervinho descontó en el 74 gracias a una genialidad.
Los Elefantes insinuaron muy temprano su disposición a llevar un ritmo cansino en el juego y apostar por el error ajeno en tanto que los colombianos, empujados por la ambición de James Rodríguez, pisaron el acelerador y buscaron espacios, especialmente desde el centro del campo al carril derecho, donde Juan Guillermo Cuadrado se exhibió como socio ideal.
El problema de estas arrancadas como ráfagas radicó en las revoluciones excesivas dadas a los pases, lo que alivió la vida del lateral zurdo Arthur Boka y del volante de marca por ese sector, Die Serey.
El balón de nuevo en poder de los verdes llevaba el partido al bostezo, como si el entrenador francés Sabri Lamouchi con eso demostrara que el empate era bueno para sus intereses.
El presupuesto de Lamouchi pudo irse al traste a los 20 minutos cuando de nuevo la conexión Cuadrado-Rodríguez dejó a Teófilo Gutiérrez en un cara a cara con Boubacar Barry pero la puntada final del jugador del River Plate resultó grosera, burda.
Un error en la salida a partir del guardameta David Ospina alteró la placidez en que se encontraba la defensa colombiana pero el remate a distancia de Wilfried Bonny acabó de nuevo manso en sus manos.
Balón de nuevo a las botas de los marfileños y el ritmo que cae hasta rayar en el sopor bajo un calor de 30 grados.
Para el segundo tiempo Pekerman puso más carne en el asador. Juan Fernando Quintero, el creativo del Oporto, tomó el puesto de Víctor Ibarbo, quien hasta entonces había mostrado más preocupación de cerrar el paso del carril derecho de los marfileños.