Opinión

Se ha demostrado con éxito el primer combustible de queroseno producido a partir del agua, la energía solar y el dióxido de carbono (CO2).

La luz concentrada ha sido utilizada para transformar el dióxido de carbono y el agua en gas sintético en un reactor solar de alta temperatura con materiales basados en el óxido del metal.

Este gas sintético posteriormente ha sido convertido en queroseno por la compañía Shell utilizando el proceso denominado “Fischer-Tropsch”, ya certificado y que puede ser empleado por vehículos y aviones existentes sin necesidad de modificar sus motores o infraestructura de combustible.

La producción de gas sintético a través de la radicación solar concentrada todavía está en una fase muy incipiente de desarrollo, su procesamiento para convertirlo en queroseno ya está siendo desarrollado a nivel mundial por compañías como Shell.

Aunque el proyecto todavía está en fase experimental, los resultados obtenidos abren la puerta a que cualquier combustible líquido de hidrocarburo se pueda producir a partir de la luz solar, el CO2 y el agua.

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