Pocas veces potencia alguna se ha manejado en la arena internacional con tanta torpeza como lo ha venido haciendo Estados Unidos durante los últimos años. Veamos inmediatamente algunos ejemplos:
1.- Pese a haber ocupado militarmente a Irak desde marzo de 2003 hasta diciembre de 2011, Estados Unidos no pudo alcanzar en Irak ninguno de los objetivos estratégicos que se propuso. El asedio permanente de los rebeldes iraquíes impidió que las empresas norteamericanas pudieran hacer negocios en este país, lo que sí han podido hacer otras, originarias de países competidores con Estados Unidos. Más aún, al haber derrocado del poder a la minoría sunita representada por Saddam Hussein, Estados Unidos no tuvo otro camino que apoyarse en los grupos chiitas y kurdos. A los primeros les otorgó el control del gobierno central, mientras que a los segundos, que siempre combatió conjuntamente con su aliada Turquía, les concedió amplia autonomía en el norte. Pero el gobierno chiita se negó a firmar un acuerdo para garantizar la permanencia en su territorio de un mínimo de soldados norteamericanos, como quiso el gobierno de Washington. En cambio, no tardó en establecer una alianza con Irán, país también de mayoría chiita y enemigo de Estados Unidos. A su vez, el tratamiento dado por Estados Unidos a los kurdos provocó la inconformidad de Turquía, que en innumerables ocasiones ha tenido que invadir el norte iraquí para hacer frente a los grupos armados del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, que llevan a cabo acciones terroristas en su territorio.
2.- Estados Unidos demostró que las acusaciones de violación a los derechos humanos que formuló contra Saddam Hussein eran un mero pretexto, pues han brindado apoyo al gobierno chiita de Al Maliki que ha perseguido despiadadamente a los grupos rivales.
3.- Estados Unidos, que desde los ataques del 11 de septiembre incluyó a Irán en la lista negra de los países del eje del mal, fracasó en su intento de aislar a este país mediante la imposición de sanciones por supuestamente implementar un programa de desarrollo de armas nucleares. Irán respondió estrechando las relaciones con Rusia y China, lo que en medio del fracaso en Afganistán y el debilitamiento de la alianza con Pakistán se tornó altamente peligroso. De ahí que cambiara su política de confrontación con Irán, que llegó a niveles muy altos, para entrar en un proceso de negociación que hiciera posible la supervisión internacional del programa nuclear de este país a cambio de la eliminación de las sanciones.
4.- El entendimiento a este nivel entre Estados Unidos e Irán provocó serias contradicciones entre Israel, Arabia Saudita y Qatar, por un lado, y el gobierno de los Estados Unidos por el otro.
5.- En su afán por derrocar al gobierno de Bashar al- Asad en Siria, el gobierno de Estados Unidos armó a grupos terroristas radicales, entre los cuales figuran Al Qaeda y el denominado Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL), un desprendimiento del primero que ahora amenaza seriamente al gobierno apoyado por Estados Unidos en Irak. Luego, mientras en Siria Estados Unidos asume al EIIL como aliado, en Irak tiene que combatirlo como enemigo feroz que ejecuta a sus adversarios sin ningún tipo de contemplaciones.
6.- Arabia Saudita y Qatar, dos aliados de Estados Unidos, han apoyado a los yihadistas del EIIL para derrocar al gobierno chiita iraquí, que mantiene una alianza con Irán. Ambos países persiguen por su cuenta objetivos de política exterior luego de que Estados Unidos decidiera entenderse con Irán, en un dramático cambio de posición.
7.- Lo mismo que en Irak, Estados Unidos tampoco ha podido alcanzar en Afganistán los objetivos que se plantearon con la invasión militar, que se inició en el año 2001 tras los atentados del 11 de septiembre. Los talibanes siguen teniendo influencia en este país, de lo cual habla el reciente intercambio de un oficial del ejército norteamericano por cinco combatientes del grupo insurgente. El proyecto del gasoducto que uniría el Caspio con el Indico (Turkmenistán, Afganistán, Pakistán e India) tuvo que ser abandonado debido al sabotaje de los talibanes. En cambio, China pasó a ser el principal inversor en este país, donde tiene la concesión de la explotación de una de las mayores reservas de cobre del mundo. Aun así, Estados Unidos ha tenido que plantearse la reducción de sus tropas en forma sustancial para finales de este año y la retirada total para el 2016.
8.- Estados Unidos, junto con la Unión Europea, presionó a Ucrania para que escogiera entre Rusia y Occidente. Sin embargo, no previó ni el alcance de la respuesta de los rusos, que reasumieron el control de la península de Crimea y han desestabilizado todo el país sin mayores esfuerzos, ni calcularon adecuadamente cómo responderían a la totalmente previsible reacción del Kremlin. El resultado hasta ahora es una Ucrania en situación sumamente difícil, que por demás tiene que vérselas con el Fondo Monetario Internacional para acceder a unos fondos que le estaba ofreciendo Rusia antes de la crisis sin esas condicionantes.
9.- En claro enfrentamiento con Rusia, Estados Unidos decide presionar paralelamente a China en la misma zona del lejano oriente, aprovechando viejos diferendos territoriales. El resultado práctico de tal torpeza fue el acercamiento entre China y Rusia, que firmaron hace poco históricos acuerdos comerciales y de cooperación en materia de seguridad. A partir de ahí Estados Unidos no ha tenido más remedio que morigerar su actitud frente a ambos países. El giro en la política exterior anunciado por el presidente Obama en el parlamento de Australia, encaminado a colocar el lejano oriente entre las altas prioridades de la política exterior de Estados Unidos, tuvo serios tropiezos en sus inicios y luce actualmente en abandono.
10.- Estados Unidos apoyó en Egipto las protestas que dieron al traste con el gobierno de Hosni Mubarak, un viejo aliado que de repente se vio enfrentando serias acusaciones en los tribunales por violación a los derechos humanos. El proceso de cambios llevó al poder a los Hermanos Musulmanes, organización responsable de la creación del grupo Hamas y sospechosa también de la creación de Al Qaeda. Estados Unidos creyó que Mohamed Morsi, un egresado de una universidad norteamericana, haría un gobierno pro occidental como Mubarak, que evidentemente lucía desgastado por su larga permanencia en el poder. Sin embargo, el radicalismo islámico de este personaje y de las fuerzas que lo llevaron al poder pronto quedaría de manifiesto. Esta situación no le dejó al gobierno de Barack Obama más alternativa que apoyar el sangriento golpe de Estado de Abdul Fatah al-Sisi contra el gobierno de Morsi, el primero en ser elegido democráticamente.
11.- El apoyo por parte de Estados Unidos en Egipto a los grupos contrarios a Mubarak agravó las contradicciones con Israel. Mubarak mantuvo la paz que durante el gobierno de Sadat se firmara con Israel y su derrocamiento provocó también alarma en Jordania, el otro país árabe que sostenía buenas relaciones con el Estado judío.
12.- Estados Unidos apoyó en Libia a los grupos radicales que se levantaron contra Muamar Gadafi, con quien había logrado ya un entendimiento. Como resultado del derrocamiento de Gadafi, Libia quedó sumida en un caos del que posteriormente la administración norteamericana ha querido distanciarse. Los grupos yihadistas también están presentes en este país del norte de África.
13.- El ascenso al poder de Barack Obama en Estados Unidos generó grandes expectativas en América Latina, que acarició la posibilidad de alcanzar con su gran vecino un tipo de relación basado en el respeto mutuo y el fomento del desarrollo. Sin embargo, los países latinoamericanos terminaron conformando la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, sin la participación de Estados Unidos y Canadá, como una herramienta para impulsar la colaboración intrarregional y fortalecer la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.
En fin, la política exterior norteamericana ha lucido zigzagueante y torpe, incapaz de generar resultados positivos, de ayudar a la recuperación de la economía, mejorar la imagen de Estados Unidos y mejorar la seguridad en el mundo.