Medio Ambiente

Los franceses no se andan por las ramas. Y en materia de preservación del medio ambiente apelan a cuantos recursos legales, institucionales y participativos puedan tener a su disposición.

El parque vehicular en París, capital francesa, va en crecimiento constante y con ello las emanaciones de monóxido de carbono.

Ante esta situación, las autoridades han entendido que un mecanismo efectivo podría ser el estímulo al uso de transporte no contaminante, como es el caso de las bicicletas.

La agencia Reuter recogió hace unos días la iniciativa e las autoridades parisinas encaminadas a motivar el uso de este sano y ejercitante medio de transporte.

Dice que el proyecto en cuestión se anunció el pasado 5 de marzo, aunque no ha comenzado hasta este lunes, pagará 25 céntimos de euro por kilómetro a los empleados que utilicen la bicicleta para desplazarse desde su casa hasta su trabajo.

El Ministerio de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía de Francia ha puesto en marcha un experimento de seis meses con el que pretende potenciar el uso de la bicicleta para ir a trabajar a través del pago por kilómetro. De esta manera, el Gobierno galo se suma a una iniciativa que ya respaldan otros países europeos.

El proyecto, que se anunció el pasado 5 de marzo, aunque no ha comenzado hasta este lunes, pagará 25 céntimos de euro por kilómetro a los empleados que utilicen la bicicleta para desplazarse desde su casa hasta su trabajo. La iniciativa cuenta con el respaldo de 20 compañías francesas que suman un total de 10.000 trabajadores. El secretario de Estado Frédéric Cuvillier ha felicitado a estas empresas por su noción de «responsabilidad social».

Esta medida pretende reducir la contaminación del aire y el consumo de combustible y potenciar el uso de la bicicleta como medio de transporte ecológico, barato y beneficioso para la salud. Además, como ha recordado Cuvillier, si el programa obtiene los resultados esperados las subvenciones que ya reciben el transporte público y particular podría extenderse también a la bicicleta.

Los datos sobre el uso de la bicicleta que se elaboren a partir de la experiencia de estos 10.000 trabajadores se publicarán a final de año y el Gobierno ya ha prometido una segunda fase de mayor escala si tiene éxito. «Deseo que la bicicleta se convierta en un modo de desplazamiento de pleno derecho», ha asegurado Cuvillier en un comunicado difundido este lunes. Según las estimaciones del Ministerio, se espera que el transporte en ‘bici’ pase de un 2,4 por ciento a un 50 por ciento.

Países como Dinamarca, Alemania, Bélgica, Reino Unido o Países Bajos ya cuentan con programas que potencian el uso de la bicicleta para ir a trabajar. Exenciones tributarias, pago por kilómetros o ayuda financiera para comprar bicicletas son algunos de sus incentivos.

En Bélgica, donde esta medida lleva funcionando cinco años, cerca del 8 por ciento de las personas se desplazan hasta su lugar de trabajo en bicicleta. En Países Bajos, la cifra asciende hasta el 25 por ciento, según las organizaciones de ciclistas.

La Federación de Ciclistas Europeos, con sede en Bruselas, recibe fondos de la Unión Europea para estudiar mejoras entre varios programas de incentivos al ciclismo, según sostiene el jefe de proyectos de Bike2Work, Randy Rzewnicki.

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