La Organización Panamericana de la Salud abogó para que se intensifiquen las acciones para detectar y tratar a las personas coinfectadas con tuberculosis y VIH en las Américas, ya que se estima que más de 1 de cada 10 pacientes de tuberculosis tiene VIH en la región.
A pesar de los progresos alcanzados en la reducción de los casos de estas enfermedades desde 1990, los nuevos datos de estas sumaron un estimado de 280.000 pacientes de tuberculosis y 98.000 de VIH en 2012, mientras que el número de coinfectados está en aumento y ese año se estimó en 31.000 personas.
Estos datos plantean nuevos desafíos para enfrentar estas enfermedades por lo que la OPS considera necesario ampliar la integración de los servicios de salud que contribuyan a extender el diagnóstico y el tratamiento para estos males. Ya la semana pasada se reunieron en México los jefes de los programas nacionales de VIH/sida y de control de la tuberculosis de 27 países de las Américas para discutir la situación.
En ese encuentro el jefe de la unidad de VIH, Hepatitis, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual de la OPS/OMS, Massimo Ghidinelli, aseguró que “la tuberculosis y el VIH han sido y continúan siendo uno de los principales problemas de salud pública en el mundo”.
La tuberculosis es una de las primeras causas de muerte entre quienes viven con VIH en las Américas. Las personas infectadas tienen 20 veces más riesgo de desarrollar tuberculosis que aquellas no infectadas.
El organismo recomienda intensificar la búsqueda de casos de tuberculosis entre las personas viviendo con VIH, expandir la terapia preventiva con isoniazida contra la TB y el control de infecciones con el fin de reducir la carga de la tuberculosis en esta población.
En el encuentro los participantes acordaron mejorar la integración de servicios y el cuidado de las personas coinfectadas, como por ejemplo, ofrecer el testeo de VIH en todos los servicios de tuberculosis de atención primaria de la salud, incorporar gradualmente en esos servicios la provisión del tratamiento antirretroviral, y mejorar la referencia y contra-referencia entre los servicios de TB y VIH para los casos que lo ameriten.