Opinión

En un siglo XXI que se ha vuelto tan competitivo, la diferencia entre las posibilidades de cada individuo de obtener sus objetivos, está en las capacidades que haya obtenido, tanto las formales como las no formales.

Para la batalla contra la pobreza, esto constituye un factor determinante para que las personas en condición de vulnerabilidad puedan alcanzar el éxito: obtener herramientas que le permitan insertarse en el mercado laboral o generar ingresos por cuenta propia, es clave para alcanzar el desarrollo personal.

Pero no solo eso. El interés de las personas en capacitarse también va de la mano con un sentimiento poco estudiado en el ámbito público, y es qué tanto las personas sienten que los conocimientos que se les ofrecen o que adquieren, corresponden con oportunidades para su desarrollo personal.

De ahí la estrategia que hemos impulsado denominada “Capacitando para el Progreso”, donde hemos integrado una oferta de capacitación técnico-profesional en 35 espacios denominados Centros de Capacitación y Producción Progresando con Solidaridad (CCPPP), que combinan una oferta formativo útil con la capacidad de producción de los más vulnerables.

A partir de la integración de Progresando al programa de la tarjeta Solidaridad, hemos podido incorporar la intervención de las familias para la generación de ingresos, con una estrategia de seguimiento a aquellas personas que se formen en los CCPPP, de manera que puedan combinar el conocimiento con la oportunidad de trabajar, y así salir de la pobreza.

Lo que estamos haciendo es que la tarjeta Solidaridad se constituya en una especie de “motherboard” – como en las computadoras – para que sea ese cerebro bien nutrido de los beneficiarios de los subsidios sociales, que esté enriquecido con capacidades, con conocimientos, con herramientas; sirva para formar el capital del Siglo XXI.

El año pasado logramos formar más de 80 mil personas bajo esta estrategia y este año esperamos superar ese número, como parte de la “auténtica revolución educativa, silenciosa y pacífica, que avanza con firmeza para cambiar el rostro del pueblo dominicano”, que promueve el Presidente Danilo Medina.

Sin embargo, debemos hacer énfasis en que la capacidad vaya de la mano con la oportunidad. Formar personas requiere que se prepara una oferta formativa que vaya de la mano con las expectativas del mercado laboral.

También requiere que las herramientas que se ponen en las manos de tantas personas, les permitan generar sus propios ingresos bajo las reglas del mercado que rige el capitalismo.

Hoy en día, gracias a la tecnología, cada vez es más fácil que las personas, con los conocimientos adecuados, puedan emprender sus negocios o cumplir sus metas, de forma innovadora y creativa. Cada vez más, las personas buscan nuevos caminos que le den sentido a sus vidas, a través del conocimiento.

Los Centros de Capacitación y Producción de Progresando con Solidaridad, donde se imparte desde oficios vinculados al turismo hasta especializaciones para negocios, son espacios de cultivo para la innovación, el desarrollo, el progreso comunitario y personal; a la vez que integran a los miembros de una misma comunidad a través de una herramienta idónea para la paz: el conocimiento.

Es una apuesta al futuro de aquellos que solo requieren de una pequeña ayuda para emprender un camino de progreso.

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