Monrovia, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Centenares de soldados se desplegaron hoy en Liberia y Sierra Leona, en un plan de emergencia para contener la epidemia de ébola, que causó 887 muertos en África occidental.
El movimiento de tropas se contrapone al pánico en las comunidades, que víctimas de su ignorancia atacaron a empleados de salud, tras responsabilizarlos con los contagios, y amenazaron quemar áreas de aislamiento, lo cual llevó a las autoridades a imponer severas medidas como el cierre de escuelas e implementación de cuarentenas.
Tales restricciones se aplicaron en la remota zona boscosa, donde se originó el brote de la enfermedad, que ya contaminó a mil 600 personas en la subregión occidental africana, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La actuación del virus a partir de su detección en marzo pasado en Guinea, presiona sobre la frágil capacidad de sistemas de salud, escasamente financiados, en está parte del mundo.
El ébola no tiene cura conocida y contagia mediante contacto directo con los pacientes y esencialmente con sus fluidos, lo cual convierte en un mecanismo imprescindible el aislamiento de los enfermos.
Según medios de prensa, soldados y trabajadores de la salud fueron trasladados este lunes en camiones militares hasta el extremo oriental de Sierra Leona, donde se registra una gran cantidad de casos.
Un vocero del ejército, el coronel Michael Samoura, precisó que esa operación, denominada Octopus, moviliza a unos 750 efectivos.
Una gran parte de los soldados se reunirá en la ciudad de Bo, en el sureste del país, antes de dirigirse a comunidades aisladas para aplicar el régimen de cuarentenas, afirmó el portavoz.
Por su parte, los trabajadores de salud podrán trasladarse libremente en la zona y las comunidades que estarán bien provistas con alimentos.