Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Grabaciones con detalles sobre los últimos días de la presidencia de Richard Nixon (1969-1974) son develadas a partir de este martes en Estados Unidos, en vísperas del aniversario 40 del escándalo de Watergate, que lo obligó a renunciar.
Los segmentos están tomados de más de 30 horas de entrevistas sostenidas en 1983 entre el exmandatario y su antiguo asesor Frank Gannon, donde narró la versión sobre su declive político y aspectos de uno de los escándalos más notorios de la historia estadounidense.
Las grabaciones serán publicadas día a día por la Biblioteca y Museo Presidencial Nixon y la Fundación Richard Nixon, a poco de cumplirse las cuatro décadas de la renuncia de Nixon, el próximo 9 de agosto.
En el primer archivo, Nixon recuerda el día cuando decidió renunciar. En la última, que aparecerá el próximo sábado, el 37 presidente norteamericano recuerda su último día en la Casa Blanca, cuando firmó la renuncia, dio un breve discurso y abordó un helicóptero rumbo a San Clemente, California.
Las partes referidas al escándalo Watergate fueron difundidas en una ocasión por el noticiario de la cadena televisiva CBS, antes de ser confinadas a la sombra en una Universidad de Georgia durante los tres decenios siguientes.
El periodista Carl Bernstein, junto a su colega Bob Woodward, fueron claves en el estallido del caso Watergate, el cual obligó el 9 de agosto de 1974 a Nixon a firmar su carta de renuncia a la oficina oval.
Todo comenzó en junio de 1972, cuando espías al servicio de los republicanos penetraron en cuartel general del Partido Demócrata, para ubicar dispositivos de escucha destinados a obtener información interna de esa organización política en plena contienda electoral.
Pero el escándalo estalló varias semanas después, luego de que la prensa revelara los primeros detalles de la conspiración, que finalizaría con el proceso de destitución de Nixon, acusado de ser ente activo en la planificación de las escuchas telefónicas.
Durante la investigación quedó demostrado que el gobernante intentó incluso obstaculizar la acción de la justicia, y le mintió a la ciudadanía estadounidense.