Washington,(Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Estados Unidos lanzó nuevos ataques aéreos contra los insurgentes iraquíes, pero sin la acción de tropas terrestres será difícil lograr avances a largo plazo y detener la crisis humanitaria, señalan medios de prensa.
Los golpes de la aviación norteamericana intentan apoyar a las fuerzas locales que combaten al Estado Islámico (EI) en las inmediaciones de Erbil, capital del kurdistán iraquí, según un comunicado del Comando Central del Pentágono, que tiene responsabilidad sobre la región del Medio Oriente.
Los ataques destruyeron una batería de morteros así como tres vehículos militares utilizados por los insurgentes y dañaron otros, informó este lunes el diario The New York Times.
El apoyo aéreo estadounidense estimuló durante el fin de semana a los milicianos kurdos a avanzar contra las posiciones del EI y tomar localidades cercanas a Erbil, añade el periódico, que cita a funcionarios del gobierno norteamericano.
Sin embargo, el coronel Ed Thomas, vocero de la Junta de Jefes de Estado Mayor, dijo al Times que resulta importante recordar que las actuales operaciones militares en Iraq tienen un «propósito limitado».
En ese sentido, el general retirado Carter Ham, especialista en contrainsurgencia, estima que «será muy difícil proteger a los estadounidenses en Iraq, detener la crisis humanitaria y eliminar las zonas seguras de los insurgentes sin el empleo de tropas terrestres nuestras o de otro país».
«Los golpes disminuyeron el ritmo de avance de los extremistas islámicos hacia Erbil y otras ciudades, pero será necesario un esfuerzo superior para alcanzar un resultado a más largo plazo», estimó Ham, tras recordar que el presidente Barack Obama descartó el uso de unidades norteamericanas en el terreno en estas operaciones.
De acuerdo con un artículo del diario The Washington Post este lunes, las agencias de espionaje estadounidenses confirmaron que elementos de la organización extremista al Qaeda en Yemen y otras naciones aledañas se unieron en las recientes semanas a las agrupaciones del EI.
Estos movimientos son percibidos como una señal preocupante de la expansión de los insurgentes que operan en territorio de Iraq y Siria que según el Post «han ocasionado fuertes daños a las fuerzas militares de países de la región y ahora están en un conflicto directo con Estados Unidos».
Analistas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y otras agencias no han visto hasta la fecha indicios de que los principales líderes de al Qaeda estén listos para unirse al EI, pero aseguran que existen elementos para pensar que esto pudiera suceder en el futuro, añade el diario.
Los ataques aéreos dañan a las fuerzas insurgentes iraquíes, pero a la vez exacerban los sentimientos antinorteamericanos, elevan la moral de los yihadistas e impulsan el arribo de nuevos adeptos a los combates contra las unidades del Ejército iraquí, estiman los expertos citados por el Post.
Los servicios de inteligencia estadounidenses estiman que el EI dispone de unos 10 mil efectivos, incluyendo alrededor de cinco mil procedentes de otros países.