La directora para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Elizabeth Tinoco, reveló este martes que el 1.8 millones de personas que son víctimas de trabajo forzoso en la región generan ganancias anuales por US$ 12 mil millones a sus explotadores.
En el mundo el trabajo forzoso genera ganancias por US$ 150 mil millones anuales, de los que la mayor parte, US$ 99 mil millones, provienen de la explotación sexual comercial.
Tinoco dio estas cifras durante la inauguración de una reunión en Lima, donde delegaciones de Brasil y Perú trabajan para diseñar un proyecto de cooperación conjunta para luchar contra el trabajo forzoso.
Según reportes del 2012, la eliminación de este mal social muestra algunos avances logrados en la región, pero no son todavía suficientes. El informe Estimación Mundial sobre el Trabajo Forzoso, publicado por la OIT en 2012, destacó que 21 millones de personas son víctimas de esta situación.
El trabajo forzoso constituye una grave violación de los derechos humanos y fundamentales en el trabajo.
La OIT define el trabajo forzoso a los efectos del derecho internacional como “todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente”.
En esta situación viven miles de mujeres y hombres, niñas y niños que tienen que trabajar contra su voluntad, obligadas por sus contratistas o empleadores, a través de, por ejemplo, la violencia y amenazas de violencia, o de medios más sutiles como la acumulación de deudas, la retención de documentos de identidad o las amenazas de denuncia ante las autoridades de inmigración.
Pueden además incluir casos de trata de seres humanos y prácticas similares a la esclavitud, los cuales son términos similares pero no idénticos desde el punto de vista legal.
La legislación internacional establece que exigir a alguien el trabajo forzoso es un crimen, y debe ser castigado a través de penas que reflejen la gravedad del delito.
Asimismo, la OIT exhortó a los Estados a adoptar medidas concretas e inmediatas para abordar con medidas de disuasión las prácticas de trabajo forzoso y trata de seres humanos.