Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció acciones ejecutivas para mejorar la salud mental de los veteranos y reiteró que los militares de su país no volverán a combatir en Iraq.
Obama habló en la 96 convención anual de la Legión Americana, la mayor organización de veteranos del país, en un esfuerzo por mejorar la imagen de un sector golpeado por fallas en su sistema sanitario que le han valido críticas al gobierno demócrata.
El mandatario informó de 19 acciones ejecutivas, entre ellas la inversión de más de 113 millones de dólares destinados a los tratamientos para el Trastorno por Estrés Postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés), una de las enfermedades más extendidas entre quienes regresan del campo bélico.
Esta medida permitiría contribuir evitar que los exmilitares atenten contra su vida. «Tenemos que acabar con esta tragedia de suicidios entre nuestras tropas y veteranos. No podemos quedarnos sin hacer nada ante esta tragedia», dijo Obama.
La Legión Americana, con unos 23 millones de afiliados, lideró la campaña que pidió la dimisión del secretario de Asuntos de Veteranos, Eric Shinseki, tras el escándalo sobre las largas listas de espera en los hospitales, lo que supuestamente fue un factor de al menos 40 muertes.
En su alocución, en Charlotte, Carolina del Norte, el gobernante tocó puntos relacionados con la política exterior, en especial el tema del avance yihadista del Estado Islámico (EI), que ocupa partes de Siria e Iraq, al que califica de la principal amenaza a los intereses estadounidenses en estos momentos.
A inicios de agosto Obama aprobó la realización de golpes aéreos contra objetivos del EI en Iraq, y desde entonces el Pentágono ha realizado más de un centenar de ataques, la mayoría de los cuales han sido en las inmediaciones de la norteña ciudad de Mosul.
Para Obama la visita a Carolina del Norte ha tenido un fuerte ingrediente político ya que la senadora demócrata del estado, Kay Hagan, está enfrascada en una difícil contienda por su reelección y el mandatario no es popular allí.
Hagan es atacada por su rival republicano, Thom Hills, quien la acusa de respaldar sin cuestionamientos a Obama y de «conformidad con la incapacidad del gobierno de proveer a nuestros veteranos la atención médica que se merecen».
Un sondeo realizado en julio reveló que el índice de aprobación de Obama entre los veteranos y sus familias era apenas de 33 por ciento.