Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Cerca de 140 activistas a favor de una reforma migratoria fueron arrestados el jueves frente a la Casa Blanca mientras reclamaban al presidente Barack Obama cambios en el sistema migratorio y detener las masivas deportaciones de indocumentados.
Los manifestantes, sentados frente a la verja que protege la sede del Ejecutivo, protagonizaron un acto de desobediencia civil y fueron arrestados entre aplausos de centenares de personas que participaron en la marcha.
Grupos que luchan por los derechos de los inmigrantes efectuaron este jueves al menos 15 concentraciones en zonas de Pennsilvania, Missouri y Arizona, como parte del denominado National Day to Fight for Families (Día nacional de lucha por las familias).
Integrantes del Movimiento para una Inmigración Justa (FIRM) explicaron que la ocasión permitió recordarle a Obama que tiene una deuda con la comunidad inmigrante, luego que anunciara que acudirá a sus poderes presidenciales para dictar medidas ante la falta de acción del Congreso.
Con lemas como Sí se puede y Obama, escucha, estamos en la lucha, las asociaciones de activistas demandaron la legalización de los cerca de 11,5 millones de personas sin papeles que se calcula residen en esta nación norteña.
Algunos activistas exhortaron al mandatario a emitir permisos de residencia para los padres de los denominados dreamers, jóvenes indocumentados que llegaron a esta nación siendo pequeños, de los cuales alrededor de 600 mil han sido beneficiados con el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (Deferred Action for Childhood Arrivals), más conocido como DACA.
De igual manera, exigieron flexibilizar las leyes que prohíben la entrada, por períodos de entre tres y 10 años, a los expulsados por infracciones migratorias.
Durante este mes se efectuaron a lo largo del país más de medio centenar de eventos en ciudades como Chicago, Filadelfia, Phoenix, Las Vegas, Nueva York y Boston para reclamar a Obama prontitud en sus anunciadas medidas ejecutivas para componer el sistema migratorio nacional.
El Senado federal, bajo control de los demócratas, aprobó en junio de 2013 una medida que avanza en el tema del otorgamiento de la ciudadanía, mientras la mayoría republicana en la Cámara baja aboga por tratar el asunto de manera fragmentada y sin posibilidades de optar por la naturalización.
Ante la inacción del órgano legislativo, el gobernante anunció que promulgaría acciones por su cuenta, las cuales podrían ser anunciadas en los próximos días.
Pese a ello, la Casa Blanca ha mantenido inalterable una política de deportaciones que ha llevado a la expulsión de más de dos millones de personas indocumentadas en alrededor de cinco años y medio de gestión, de acuerdo con datos oficiales.