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Pretoria, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El Gobierno sudafricano condenó el golpe de Estado ocurrido en Lesoto, después que miembros del ejército ocuparan instalaciones policiales, estaciones de radio y telefonía, y se rebelaran contra la autoridad del primer ministro Tom Thabane.

El portavoz de la cancillería de Sudáfrica, Clayson Monyela, afirmó aquí que las acciones de las fuerzas armadas de Lesoto llevan el sello de un golpe de Estado.

Por su parte, líderes de la Comunidad para el Desarrollo de África del Sur (SADC) anunciaron que sostendrán conversaciones en esta capital, para evaluar la situación de Lesoto, país miembro de la organización.

Thabane, quien pidió protección al Gobierno de Sudáfrica, afirmó que el golpe militar contra su gobierno de coalición es ilegal, y confirmó que no renunciará a su cargo.

El Reino de Lesoto, una monarquía constitucional enclavada dentro del territorio de Sudáfrica, es un pequeño país de 30 mil 355 kilómetros cuadrados y una población de poco más de dos millones de habitantes, que obtuvo su independencia de Reino Unido en 1966 y cuenta con una largo historial de golpes de Estado.

Por decisión de Thabane, se cerró recientemente el Parlamento por un período de nueve meses, ante una crisis de la coalición en el poder desde hace dos años, destacan medios de prensa.

La capital lesotense registró el pasado mes de junio un significativo aumento de tropas, lo cual llamó la atención y disparó las alarmas acerca de un posible golpe contra un gabinete inmerso en una crisis política.

Según el diario sudafricano The Times, las relaciones entre Thabane y el jefe del Ejército, Tlali Kamoli, se rompieron después que el primero quiso cesar al otro por supuestos planes sediciosos.

Voceros del ejército negaron las declaraciones de Thabane, diciendo que la acción militar no fue un golpe de Estado, sino una operación contra elementos corruptos dentro de la policía que estaban organizando una nueva facción política.

Fuentes diplomáticas coinciden en que los enfrentamientos en la sede de la policía en Maseru, son el resultado de las tensiones entre el primer ministro Thabane y su adjunto en el gobierno de coalición, Mothetjoa Metsing.

Thabane cuenta con el apoyo de la policía, mientras que el ejército apoya Metsing.

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