Opinión

El Congreso de la República abrió una nueva legislatura ordinaria este 16 de agosto. Se extenderá por 150 días, de acuerdo a lo establecido en el Artículo 89 de nuestra Carta Sustantiva.

Este período de labores legislativas inició con dos notas distintivas. La primera la encontramos en el Senado de la República, cuya presidencia la ocupa por vez primera una mujer, la experimentada senadora Cristina Lizardo, quien sucede en el puesto al senador Reinaldo Pared Pérez, secretario general del Partido de la Liberación Dominicana y aspirante a la nominación presidencia por esa formación política.

La otra nota que marca esta nueva legislatura la encontramos en la fragmentación de la Cámara de Diputados, donde nacieron dos nuevos bloques parlamentarios, fruto de las diferencias internas de los partidos.

En la sesión de este 16 de agosto, 33 diputadas y diputados anunciaron que se marchaban del Partido Revolucionario Dominicano y que conformaban un nuevo bloque político bajo las siglas del Partido de la Alianza Social Dominicana (ASD), en proceso de transformarse en el Partido Revolucionario Mayoritario (PRD). El portavoz parlamentario de esta segunda minoría es el diputado de San Pedro de Macorís, Nelson Arroyo.

La diputada nacional Guadalupe Valdez, de la Alianza por la Democracia, anunció el nacimiento de un nuevo bloque político integrado por ella en la vocería, y Minou Tavávez Mirabal, como vice-vocera. Ambas legisladoras fueron electas en la boleta del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Estos dos nuevos bloques parlamentarios se suman al bloque partidario del PLD, que cuenta con mayoría suficiente para formar quorum propio, salvo las excepcionales mayorías calificadas que fija la constitución para aprobar leyes orgánicas.

El bloque parlamentario del Partido Revolucionario Dominicano ocupa la posición de la primera minoría con 43 legisladores. El naciente bloque del Partido Revolucionario Mayoritario se coloca en la segunda minoría, desplazando al Partido Reformista Social Cristiano al puesto de la tercera minoría.

El grupo parlamentario formado por el Bloque Socialdemócrata Institucional (BIS) y el Partido Popular Cristiano (PPC), aliados al PLD, cuenta con dos diputados.

El diputado por la provincia Sánchez Ramírez Cristian Paredes abandonó el PRD para ingresar al Partido Movimiento Democrático Alternativo (MODA). El legislador monteplateño y connotado sindicalista Juan Hubiere formó su propia organización política, el Partido Movimiento Rebelde.

Los bloques partidarios son órganos políticos de las cámaras legislativas, cuyo funcionamiento está regulado por sus reglamentos internos. El Artículo 59 del Reglamento de la Cámara de Diputados establece que los bloques están constituidos por los diputados pertenecientes a un mismo partido, alianza o coalición electoral, reconocidos por la Junta Central Electoral, siempre que cuenten con mínimo de dos diputados.

El párrafo de este texto precisa que “Si no alcanzaren el número de representantes a que se refiere este artículo, podrán unirse dos o más partidos políticos reconocidos con representación en la Cámara de Diputados para constituir un bloque partidario”.

El Artículo 60 aclara que los diputados que renunciaren al partido por el cual han sido electos, y decidieran constituir un bloque, no dará lugar a solicitar a la Cámara de Diputados la asignación de oficinas y el nombramiento de personal, y las demás prerrogativas inherentes a los bloques partidarios.

Los bloques legislativos tienen, entre otras funciones, recibir y distribuir entre las diputadas y los diputados miembros los proyectos de ley, los proyectos de resolución, las leyes promulgadas, las resoluciones aprobadas, el Orden del Día u otros documentos que sean de interés legislativo; representar y velar por los intereses políticos de su partido en la Cámara de Diputados; elegir anualmente entre sus miembros un vocero, un vice-vocero y un secretario; organizar, para sus miembros seminarios o talleres de capacitación en asuntos de interés legislativo.

La Presidencia de la Cámara de Diputados garantizará los derechos de los legisladores no organizados en bloques partidarios, y sus oficinas del Congreso constituirán la de su partido o agrupación política.