Al celebrarse hoy el Día Internacional de la Alfabetización, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) recuerda los enormes desafíos en un mundo donde todavía hay 781 millones de adultos iletrados.
«Hago un llamado a todos los Estados para que redoblen sus esfuerzos, tanto políticos como financieros, a fin de que la alfabetización sea plenamente reconocida como uno de los medios más poderosos para acelerar el desarrollo sostenible», señaló en un comunicado la directora general de la organización, Irina Bokova.
Un reciente informe de la Educación para Todos (EPT) publicado aquí recuerda que del total de adultos analfabetos, dos tercios son mujeres; en tanto que 175 millones de adolescentes son incapaces de leer una frase sencilla.
Incluso en países con altos ingresos, quedan rezagados muchos jóvenes, sobre todo las minorías.
En Francia, por ejemplo, menos de 60 por ciento de los migrantes alcanzan los niveles mínimos de comprensión de lectura, precisa el documento.
Este año la Unesco busca poner de manifiesto la importancia de la educación de las niñas y mujeres para el desarrollo sostenible.
«Esta es una oportunidad para recordar una simple verdad: la alfabetización cambia la vida y puede llegar incluso a salvarla», dijo la directora general de la Unesco.
Una de las conclusiones del informe de la EPT es que si todas las mujeres recibieran educación primaria, la mortalidad infantil podría reducirse una sexta parte y la materna en dos tercios.
El acto central por el Día Mundial de la Alfabetización tendrá lugar este lunes en Dacca, Bangladesh, donde serán entregados los premios internacionales 2014 a proyectos de Ecuador, Burkina Faso, Argelia, Sudáfrica y España.
La entidad de la ONU otorgó el lauro Rey Sejong al ministerio de Educación ecuatoriano por un programa de alfabetización básica para jóvenes y adultos, que ha beneficiado a más de 325 mil personas desde 2011.
Este plan no sólo permite el aprendizaje de la lectura y escritura, sino que capacita a la ciudadanía en salud y nutrición y enseña en lengua materna a las poblaciones indígenas, con un enfoque basado en la cosmovisión.
El Rey Sejong le fue conferido, además, a la Asociación para la Promoción de la Educación No Formal de Burkina Faso por su programa «Capacitación de mujeres en situación de pobreza extrema».
Desde su creación en 1997, este proyecto ha favorecido a 18 mil féminas a través de la enseñanza en cinco idiomas, donde se incluye la formación en desarrollo económico sostenible.
La Unesco concedió también tres premios Unesco-Confucio a Argelia, Sudáfrica y España.(PL)