Naciones Unidas, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Más de mil delegados de los cinco continentes participan a partir de hoy en la primera Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas, foro de Naciones Unidas que permitirá a los originarios reclamar reconocimiento y respeto a sus derechos.
La reunión de dos días consiste en una plenaria de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, que contará con mesas redondas para tratar las principales preocupaciones de unas 370 millones de personas, como el cumplimiento de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, de 2007.
El acceso a la tierra y los recursos naturales, la participación en la toma de decisiones y la necesidad de espacios para las metas y aspiraciones de las comunidades originarias en la agenda post-2015 de desarrollo sostenible, destacan entre los temas a debate en los grupos de trabajo.
La ONU admite que se ha logrado poco progreso en la materialización de los derechos de los indígenas, quienes sufren pobreza, hambre, desplazamiento y represión.
Según datos de Naciones Unidas, existen en el planeta más de cinco mil diferentes grupos originarios, distribuidos en 90 países, representando más del cinco por ciento de la población mundial.
Pese a la Declaración aprobada por la Asamblea General en 2007, la existencia de mecanismos de atención y el lanzamiento de dos décadas a favor de los indígenas (1994-2004 y 2004-2014), estos siguen discriminados, expulsados de sus tierras y víctimas de otras injusticias.
Líderes indígenas de varios países han expresado este año sus expectativas por el foro, el cual tuvo que superar obstáculos relacionados con su celebración y la confección del borrador de documento final.
Para la nicaragüense Mirna Cunningham, del grupo étnico Miskito, la Conferencia constituye una oportunidad de definir el futuro y un plan de acciones para garantizar el respeto a los derechos de las comunidades ancestrales.
Por su parte, Edward John, gran jefe de la nación Tl’azt’en, ubicada en la provincia canadiense de Columbia Británica, calificó de clave el evento para levantar la voz de seres humanos sometidos a siglos de discriminación y despojos.
Necesitamos estos espacios porque vivimos problemas comunes, como los daños a la naturaleza, el impacto del desarrollo en nuestras tierras, la ausencia de reconocimiento y la marginación en la toma de decisiones, declaró John a Prensa Latina en mayo pasado, durante la XIII Sesión del Foro Permanente de la ONU para Asuntos Indígenas.
Se espera que la reunión concluya mañana con la aprobación de un documento que exprese el compromiso de los gobiernos con los derechos de los pueblos originarios.