Naciones Unidas, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La primera Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas concluyó con expectativas de que sus debates y el documento aprobado marquen un camino hacia el respeto a los derechos de los originarios.
El foro instalado el lunes tiene en el programa de su jornada final dos paneles para abordar cuestiones como el acceso a la tierra y los recursos naturales, y las prioridades de los indígenas de cara a la agenda post-2015 de desarrollo sostenible, que a partir del año próximo dará continuidad a los objetivos del milenio.
Más de mil delegados de los cinco continentes participan en el evento de alto nivel convocado por la Asamblea General de la ONU, en un escenario global marcado por la discriminación y la falta de oportunidades para la mayoría de los 370 millones de originarios, el cinco por ciento de la población, distribuidos en unos 90 países.
La víspera, la Asamblea adoptó por aclamación el texto de la Conferencia Mundial, el cual recoge el compromiso de los estados de trabajar en función del cumplimiento de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, instrumento adoptado aquí en 2007.
Entre los aspectos más importantes de la iniciativa destacan la solicitud al Consejo de Derechos Humanos y al Secretario General de Naciones Unidas de que creen mecanismos de seguimiento a la situación de los pueblos indígenas y a la puesta en práctica de la Declaración.
Para la activista guatemalteca y Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, la aprobación del documento representa un hecho histórico.
Los indígenas padecen muchos problemas que se resumen en marginación, pobreza, falta de oportunidades y de acceso a tierras y recursos naturales, un escenario que pretendemos revertir con los diferentes instrumentos creados por la ONU, como este, señaló a Prensa Latina.
Según Menchú, la nueva herramienta facilitada por la Asamblea General contempla acciones concretas que pueden significar un camino de esperanza para quienes durante siglos han sufrido para sobrevivir. También Aili Keskitalo, líder del pueblo Sami, en Noruega, manifestó expectativas por el documento final del foro.
Estamos ante un paso histórico, destinado a hacer realidad lo plasmado en la Declaración de hace siete años, para comenzar a cambiar la suerte de seres humanos ignorados y marginados, dijo.
Por su parte, el asistente del Secretario General de la ONU para los Derechos Humanos, Ivan Simonovic, explicó a Prensa Latina que el documento final de la Conferencia dará mayor visibilidad a las aspiraciones de las comunidades originarias de contar con reconocimiento y plena participación en la toma de decisiones.
Vemos en el texto acciones prácticas para no seguir esperando pasivamente por la implementación efectiva de una Declaración alcanzada hace siete años, advirtió.