El sector empresarial en la figura del Consejo Nacional de Empresa Privada y la Confederación Patronal de la República Dominicana, presentaron un proyecto de modificación del código laboral, que de ser acogida, reportaría un fuerte descenso en las remuneraciones laborales, puesto que aumentar la jornada trabajo de 44 a 48 horas, estableciendo jornadas de 4 días de labores y descanso por 4 días, así como aumentar a 56 horas a la semana, en aquellas empresas de uso continuo, implica de paso la eliminación o reducción drástica de las horas extras, y sus secuelas negativas en la salud de los trabajadores.
Esto, unido a la reducción del plazo de la contratación sucesiva de 15 días a 2 meses, para obras o servicios terminados y la ampliación del periodo laboral de 3 a 6 meses, sin prestaciones laborales, a lo sumo incrementaría el nivel de desempleo y por tanto, una mayor rotación laboral, lo que unido a la reducción o eliminación de las restricciones al despido de la mujer embarazada, impactaría negativamente los niveles de remuneración laboral y el salario real promedio en el mercado de trabajo.
El nuevo cálculo de la cesantía laboral o liquidación, que propone el sector empresarial establece un tope de 69 días y 4 salarios mínimos promedio de la seguridad social, supone una drástica caída, dado que un trabajador con 10 años, supondría 203 días de cesantía valorada por el salario que perciba. Con esta propuesta, todos son afectados, pero sobre todo, los administradores, profesionales y ejecutivos.
Por otro lado, el primer empleo, por considerarse de aprendizaje, generaría una ganancia extraordinaria y descomunal para la empresa, puesto que la duración de dos años no incluye prestaciones laborales y seguridad social y, dado la gran proporción de jóvenes que cada año pasan a formar parte de la población económicamente activa, resultaría que el contrato de aprendiz o de nuevo empleo, terminaría siendo un instrumento sutil de suplantación de la mano de obra ocupada.
La idea de que el mercado de trabajo es altamente inflexible por el costo que implica la cancelación o desahucio del contrato y la fijación del salario mínimo, contraviene la realidad empírica. El 69% de los trabajadores logra permanecer hasta los 3 años laborando en la empresa.
Esto pone de manifiesto que existe un alto nivel de temporalidad e inestabilidad en el empleo y la frecuencia del despido es muy alta. En efecto, durante el periodo 1991-1995 la contratación de personal con jornadas de 44 horas a la semana con salario superior la mínimo representó el 73.32%, proporción que se redujo a 69.4 %, en el periodo 2004-2008, aumentando por el contrario, el empleo inestable, puesto que hubo una mayor contratación de mano de obra con jornadas de menos de 40 horas a la semana de 4.21 a 10.23, al tiempo que fue muy alto la contratación de personal con más de 40 horas a la semana con salario inferior al mínimo legal, reflejando mayor niveles de precariedad.
Según la Dirección de Impuestos Internos, dentro del total general de gastos y costos de las empresas en el 2006, ascendente a RD$914 mil 937.7 millones, la remuneración laboral apenas representó el 8.9%; en el 2008 un 7.5% y en el 2011, un 8.1%, situación que impulsa cada vez más el crecimiento del sector informal de la República Dominicana.
La rentabilidad del capital en los sectores de manufacturas, agropecuario y comercio fue de 23.53% en el 2006, muy favorable en cuanto se mantuvo superior a la tasa de los certificados financieros en la banca múltiple. Además el patrimonio de estos tres sectores pasa de RD$491,397 millones en el 2006 a RD$794, 601 millones durante el 2010. Los niveles de ganancias ascendente a RD$108,428 millones en el 2006 pasó a RD$155, 919 millones en el 2010, a la vez que recibieron exenciones de impuestos ascendente a RD$26,931millones en el 2006 y RD$33,425 millones durante el 2010.